El día 5 de junio de 1947, George Marshall secretario de Estado
de EE.UU, pronunció un importante discurso en la Universidad
de Harvard, explicando el alcance de su plan de reconstrucción
de los países europeos.
La II guerra mundial
En su mayoría, tales países habían sido destrozados literalmente, con
millones de muertos, como consecuencia de la recién terminada II Guerra
Mundial.
El plan Marsahall
El Plan Marsahall, según manifestó el autor de la letra y de la música del
mismo, fue sintetizado así: “Es lógico que los EE.UU hagan lo que sean
capaces de hacer para ayudar a la recuperación de la normal salud
económica en el mundo, sin la cual no puede haber estabilidad política
ni paz asegurada”.
Europa, rescatada
Marsahall añadió con clarividencia una tesis en absoluto desdeñable:
“Nuestra política no se dirige contra ningún país, pero sí contra el hambre,
la pobreza, la desesperación y el caos”. En buena parte, podría decirse
ahora, Europa fue en aquel tiempo rescatada de la miseria por EE.UU.
La necesidad de la unión europea
El Plan Marshall contribuyó ciertamente al desarrollo económico y social de
no pocos países de Europa. Contribuyó también a consolidar el proyecto de
quienes empezaron a defender la necesidad de la unión europea, alejando en
paralelo las tentaciones bélicas entre unos y otros. No olvidemos hasta qué
grado Francia y Alemania habían sido hasta entonces dos naciones
“enemigas irreconciliables”.
Bienestar social
Konrad Adenauer, Jean Monnet, Robert Schuman, Alcide de Gasperi,
Paul-Henri Speak, Wiston Churchill, Walter Hellstein y, entre muchos, Atiero
Spinelli. Todos estos estadistas, procedentes de países diversos, fueron
considerados “los Padres de Europa”. El tiempo no ha borrado su histórica
tarea pacificadora y creadora de un bienestar social más que apreciable.
Ignorantes o cínicos
Todos aquellos políticos y periodistas que, en estos últimos meses, han
reiterado con insistencia que el magnate multimillonario norteamericano
Sheldon Adelson viene ser una especie de Mr. Marshall redivivo o son
unos ignorantes o son unos cínicos. O las dos cosas a la vez.
Guerra a los sindicatos y al tabaco
Este Adelson que nos quiere comprar una parte de Madrid o de Cataluña
para implantar su Eurovegas, vinculada a Vegas Sands Cor. tiene más un
perfil de capo que de empresario honorable. El magnate ha declarado la
guerra a los sindicatos y no quiere saber nada de ellos. Exige que se cambie
la ley antitabaco, vigente en España, para mejorar su negocio si acaba
instalándose en nuestro país.
Trías y Aguirre
El alcalde de Barcelona, Xavier Trías, levita ante las posibilidades de que
los casinos del magnate aterricen en Cataluña. CiU apuesta por convencer
a Adelson como sea. Algo similar le ocurre a Esperanza Aguirre. La
presidenta del Gobierno autonómico de Madrid ya ha anunciado que si se
han de modificar las leyes que molestan a Adelson, que se haga y no se
pierda una oportunidad de crear riqueza y puestos de trabajo.
Aguirre se ha referido sin tapujos a la ley antitabaco, con voluntad
de entregarla a Adelson para que haga lo que él desee. Por lo
demás, el dato de que el multimillonario sea enemigo de los sindicatos
le hace muy feliz a la lideresa neoliberal. Le encanta que Adelson sea
proisraelita radical y, sobre todo, que financie a espuertas a los
republicanos tratando de este modo de liquidar a Obama. Aguirre,
pues, de rodillas ante millones de dólares para casinos y tramas
de prostitución.
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