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sábado, 10 de diciembre de 2011

A Christmas Story - Night by Enya.wmv

Journey Of The Angels/Silent






¿Sabias que hay más que 16,000 especies de animales en peligro de extinción? 


Según un listado publicado por la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN), estos animalitos están en la Lista Roja porque están enfrentando un riesgo extremadamente alto en el futuro inmediato. Sin la intervención de los seres humanos, es posible que dentro de una década estén desaparecidos


Según el estudio, "un total de 869 especies están extinguidas o extinguidas en estado silvestre, una cifra que se eleva a 1.159 si se incluyen las 290 especies en peligro crítico que posiblemente ya han desaparecido".


El informe señala que ésta es una "mirada general a lo que está ocurriendo a todas las formas de vida en la Tierra", pues el número de especies en peligro de extinción puede ser mayor ya que el estudio sólo ha analizado el 2,7 por ciento de los 1,8 millones de especies conocidas.


Además, la investigación científica muestra que casi un tercio de los anfibios, más de una de cada ocho aves y cerca de un cuarto de los mamíferos están amenazados de extinción.



España es el país de Europa Occidental con mayor riqueza ecológica No obstante, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza nos sitúa en los primeros puestos de la Lista Roja de Especies Amenazadas. Se contabilizan 16 especies animales en peligro de extinción y más de 600 son vulnerables y protegidas. Asimismo otras 1.221 especies vegetales están amenazadas. En este contexto, La Fundación General CSIC ha decidido dedicar una de sus líneas estratégicas al impulso del estudio de la protección y preservación de especies amenazadas. Jul 13, 2010




domingo, 4 de diciembre de 2011

Jesús, el buen pastor










Porque la suerte de los hijos de los hombres y la suerte de los animales es la 

misma:


como muere el uno así muere el otro.

 Todos tienen un mismo aliento de vida; el hombre no tiene ventaja sobre los 

animales, porque todo es vanidad.


<< Eclesiastés 3:19 >>


For the fate of the sons of men and the fate of beasts is the same. As one dies so dies the other; indeed, they all have the same breath and there is no advantage for man over beast, for all is vanity.





Recuerdo que cuando era una niña y veia imágenes del toreo siempre comentaba con mi hermana y, entre nosotras, que ojalá el toro pillase al torero ...y se que, sin ambigüedades, mi hermana y yo realmente pensábamos y sentíamos así y como nosotras muchos otros niños...Es necesario hacerse mayor para olvidar en parte cual era tu esencia mas pura..La sociedad debe fabricar mandíbulas de carnívoros para nosotros y que mastiquemos, desgarremos antes de rumiar en silencio toda la fustración indigerible para las almas conscientes minimamente de sí mismas...El catecismo y  los religiosos nunca han podido convencer a un pequeño pensante de por qué no hay un cielo "oficial" para los animales..?? ni se imaginan la desmotivación que esta pregunta puede provocar al no ser contestada por las autoridades competentes...Yo no podía creer en un Dios que los excluyera a ellos
       Y sigo sin poder hacerlo compatible, o algo falta ahí o es una burda mentira. Si en los tiempos de jesús apareciera un animalista el brillo de este restaria al de aquel. Para mi es así...Es por esto que he indagado y de ahï, de esa búsqueda, viene el siguiente escrito / resumen extraido de la red




A white sheep with a blue brand on her side and black feet is let in. The door closes. She runs around the kill floor. The foreman comes over to tell me they don't want any of their faces in my pictures. The sheep waits, her hooves and legs are covered with the blood of other animals. The door opens again, and two more sheep are pushed in. The outside worker doesn't realize the killing has tempora
rily stopped. The sheep start to bleat, soft, terrible, piteous cries. Streaming water from the hoses runs the old blood down the drain. And the killing starts again. Sheep bleat even after their throats are cut. They writhe. Every part of my being says to stop it, save them, which is impossible.

Sue Coe - witnessing slaughter for her book Dead Meat.

Photo source - Animal Cruelty Exposed (jb)



‎"Una oveja blanca con una marca azul en su cara y los pies negros entra. La puerta se cierra. Corre alrededor de la sala de sacrificio. El capataz se acerca para decirme que no quiere nada de su cara en mis fotos. La oveja espera, sus cascos y patas están cubiertas con la sangre de otros animales. La puerta se abre de nuevo, y dos ovejas más son empujadas dentro. El trabajador exterior no se da c
uenta de que la matanza se ha detenido temporalmente. Las ovejas empiezan a balar, suaves, terribles y lastimeros gritos. El agua de las mangueras hace corre la sangre vieja por el desagüe. Y la matanza empieza de nuevo. Las ovejas balan incluso después de que sus gargantas están cortadas. Se retuercen. Cada parte de mi ser dice que lo pare, que las salve, lo cual es imposible."

Sue Coe - Testigo de matanza para su libro Carne Muerta.


MALTRATAR ANIMALES ES OFENDER A DIOS 






...................El paralelismo entre los innumerables corderitos sacrificados y la crucifixión de Jesús, prácticamente en el mismo período, es bastante esclarecedor. Corderos nuevos llegaban junto a los pastores al nacimiento de Jesús, en el famoso establo de Belén, y al final de su vida terrenal, nuevamente está unido a estos animalitos. Él fué enviado hacia los “pobres” y los “prisioneros”, lo dice él mismo una vez (Lucas 4, 18), y en sus últimas horas parece ser así, que también están incluidos los “pobres” y “prisioneros” animales. Difícil de imaginar que Jesús pudiera haber comido pacíficos e indefensos seres de Dios, junto a los cuales llegó a la vida y en cuyo pesebre alguna vez yació. Notorio es también, que Jesús en esta última comida, explicó la “santa cena” en base de pan y vino y no menciona comer la  “carne de cordero”. Una posible explicación para esto, lo da el apócrifo evangelio ebionita. Según esto, Jesús respondió a la pregunta dónde se le debe preparar la comida de pascua: “¿Acaso deseo comer carne con vosotros en esta pascua? (citado donde Epifanio, Panarion omnium haeresium 30, 22, 4) El “comisionado eclesiástico” para sectas, Epifanio (aprox. 315-403) empero, impugna esta versión. Epifanio: “Comer la pascua [siempre] es un asado de carne y el resto” (30, 22, 3). En la versión ebionita, cabe que Jesús de principio rechazaba los sacrificios de animales. Con esto concuerda con todos los profetas judíos antes de él. Muchas veces el hombre de Nazaret cita la palabra de Dios dada por el profeta Oseas. “Misericordia quiero, y no sacrificio” (Mateo 9, 13; 12, .7)

Otro informe sobre esto, aparece en el Evangelio de los doce (= El evangelio de la vida perfecta; aparecido alrededor del año 100). Como escrito “apócrifo” (literalmente = escritos “ocultos” del cristianismo prístino extra bíblicos) La iglesia reconoce sólo algunas hojas y parte de hojas (= los tal llamados fragmentos), que fueron encontrados oficialmente. El evangelio antiguo completo, fué reescrito y publicado por el teólogo inglés Gideon Jasper Richard Ouseley en el año1902, mediante una visión profética interna, y podría contener muchos detalles fiables de la enseñanza de Jesús. Según esto, Judas habría revelado al supremo sacerdote Caifás, que Jesús no hizo sacrificar a un cordero para la fiesta de pascua, a lo que éste le habría respondido: “De verdad, esta no es una fiesta de pascua según la ley de Moisés. Él ha cometido un acto merecedor de la muerte; ya que es una grave trasgresión de la ley ¿Para que necesitamos más testigos?” (Capítulo 76, 28) 
Entonces habría sido el amor de Jesús a los animales, lo que provocó su condena a muerte, y no la controversia sobre su tarea espiritual. ¿Qué sucedió realmente?


Y justamente es el “padre de la iglesia” “san” Jerómino (347-419), quien con respecto a esto escribe. Él da un salto desde el diluvio hasta la llegada de Jesús y explica: “El placer por la carne era desconocido hasta el diluvio universal; pero desde el diluvio se nos han embutido las fibras y los jugos pestilentes de la carne animal. Jesucristo, que apareció cuando se cumplió el tiempo, volvió a unir el final con el principio, de manera que ya no nos está permitido co­mer más carne” (Adversus Jovinianum I, 18).
Jesús de Nazaret también ha sentido el dolor de los animales, que son colocados en los mesones de carnicería. Cuando observa como un hombre golpea a un animal, expresa: “¡Ay de ustedes, que no escucháis, como clama al creador en el cielo y grita por misericordia! Tres veces ay sobre aquel, sobre el cual grita y gime en su dolor.” Estas palabras de Jesús evidentemente se encuentran en las actas de Pedro un evangelio “apócrifo”, que data de aproximadamente del año 180 d.C. (Petrusakten 38, zit. nach Skriver, Die Lebensweise Jesu und der ersten Christen [Actas de Pedro 38, citado según Skriver, El modo de vivir de Jesús y de los primeros cristianos], pag. 128 [Se busca investigador: ¿Quién conoce una cita a base de una colección de fuentes originales?]). También se podría referir esta palabra a los gritos mortales en los actuales mataderos, que existen en cada ciudad, y clamar también de manera similar: “¡Ay de vosotros, que no oís, como los animales claman al creador en el cielo y gritan por clemencia! Tres veces ay sobre aquellos sobre los cuales se quejan y gritan por sus dolores.”   Frente a esto, una matanza “compasiva” y “tierna”, no es una alternativa del cristianismo original, hacia las matanzas de líneas de producción, se puede concluir de otros documentos.

En los Fragmentos de Papias (literalmente Complementaciones de los evangelios de la tradición oral), datados aproximadamente desde el año 120, Jesús sigue declarando. “los animales, usando estos frutos que son productos del suelo, se volverán pacíficos y armoniosos, obedientes al hombre en toda sujeción” (Papias, Irineo V, 33, 3.4). Aquí Jesús, por un lado, se atiene al relato de la creación de Génesis 1, 29-31, según lo cual los hombres y los animales les son dados los frutos de la tierra, y por otro lado a la profecía del Reino de la Paz Isaías 11, 6-9. Según esto, entonces existe una relación directa entre la alimentación vegetariana y la apacibilidad en el mundo animal, y así con el correr de los tiempos se llega a una totalmente nueva comunidad: “Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará”(V. 6). “El león como el buey comerá paja” (V. 7). Aquí el hombre podría llegar a ser modelo histórico para las así llamadas “fieras”, ya que, en diferenciación a las momentáneas condiciones de vida de algunas especies de animales, no depende de la carne y fácilmente podría cambiar su forma de alimentación.

Empero partes como estas de Papias, les son tan desconocidas a los cristianos eclesiásticos, como el texto completo del Evangelio de los Doce (= Del Evangelio de la vida perfecta) Allí Jesús sigue diciendo: “Dios es justo y bondadoso y ha mandado que los hombres deben vivir sólo de los frutos y semillas de la tierra” (38, 4). Si esto es una copia del texto original arameo y si realmente existe una antigua traducción eslava en el Vaticano, como lo dice el teólogo Gideon Jasper Ouseley, no pudo ser esclarecido hasta ahora. [¡Se busca investigador! Una indicación científicamente fundada sobre la antigua traducción eslava, que confirme el texto original, sería de gran ayuda. El Vaticano, respectivamente, la biblioteca del Vaticano no han respondido frente a una consulta, lo que más bien indicaría la existencia de este documento.] Esto es importante, ya que hay personas que dudan de este mensaje profético, pero que ya no podrían ignorarlo, en caso de una concordancia comprobada, con el antiguo texto. 


Comparable es la situación con el Evangelio de paz de los Esenos, según las declaraciones del investigador húngaro Edmond B. Székely, se mantiene bajo llave una edición aramea en el Vaticano. Después de que él pudo obtener una inspección, habría escrito de memoria este texto. Según esto Jesús enseñaba: “Y la carne de los animales muertos en su cuerpo se convertirá en su propia tumba.” Aún cuando críticos dudan de las declaraciones de Székelys o no la aceptan, se trata aquí también de una frase, que se ajusta perfectamente a la personalidad de Jesús, que también se tiene de fuentes científicas aseguradas. Ya que antepone a todo su enseñanza de la ley de siembra y cosecha (es decir: Lo que le haces tu prójimo, algún día te será hecho a ti), y ya los profetas del antiguo testamento habían incluido el comportamiento del hombre con los animales. Así, por ejemplo, donde dice el profeta Isaías: “El que sacrifica buey es como si matase a un hombre” (Isaías 66, 3)

En relación distinta, Jesús habla sobre un cordero, que fue sacrificado para ser consumido, y desgraciadamente aquí tampoco se puede determinar con seguridad el sentido. Esta parte se puede leer en el evangelio de Tomás, que apareció aproximadamente 150 años d.C., y que fue encontrado por campesinos egipcios en 1945, en las cercanías de Nag Hammadi junto al río Nilo. En el verso 60 dice: “Vosotros aseguraos un lugar de reposo para que no os convirtáis en cadáveres y seáis devorados”(Fuente: Los Evangelios Apócrifos, por Aurelio De Santos Otero, BAC). Y un poco antes dice: “Fijad vuestra mirada en el Viviente mientras estáis vivos, no sea que luego muráis” (V. 59). Es posible que un pasaje del verso 61 esté “destruido o mutilado”. Presumiblemente, en el verso 60, Jesús se refiere a un “lugar de descanso interior”, respectivamente, una “paz interior”, que libera al hombre del circuito de matar y ser matado (frente al hombre y los animales). Además, Jesús, en el verso 59, pudo haber hecho una advertencia, no afanarse por un cordero sacrificado, como ejemplo, desear “alimento muerto”, si no esforzarse por una alimentación vegetariana viva, así como hace ya casi 2000 años enseñó en forma significativa: El asesinato de animales lleva a la muerte del hombre.

En general se podría plantear la siguiente tesis: Los animales quieren servir a los humanos como a sus hermanos mayores, y del mismo modo, el hombre debería servir sus hermanos menores, los animales. Cuando Jesús vivió durante 40 días en el desierto “estaba con las fieras” (Marcos 1, 13) y de seguro que no los cazó con arco y flechas y tampoco les lanzó jabalinas, si no, él entiende sus lenguajes y vive en paz con ellos. Por un corto tiempo se hizo realidad lo que predijo el profeta Isaías siglos antes: “Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia … Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará … el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará” (11, 2 y 6).
Nunca degustaron carne
Oliven - Hauptnahrungsmittel zur Zeit von JesusMuchas informaciones con respecto a este tema están recapitulados en el libro del investigador religioso Carl Anders Skriver, Die Lebensweise Jesu und der ersten Christen [El modo de vivir de Jesús y de los primeros cristianos] (Lübeck 1973), como por ejemplo, sobre Pedro, uno de los más conocidos apóstoles de Jesús. Skriver cita a Pedro según las Homilías Clementinas, Un escrito sobre el jefe comunal Clemente, que se originó alrededor del año 220 en Palestina. Según esto, Pedro declara, que vive de “pan y olivas” a los cuales en parte les agrega verdura(XII, 6). Algo parecido también se informa del apóstol Mateo. El padre de la iglesia Clemente de Alejandría (siglo 3), reconocido como fiable, tanto por amigos como enemigos, escribe sobre Mateo, que éste “vivía de alimentos vegetarianos y no tocaba carne” (Paidagogos [= El pedagogo, el primer libro ético cristiano] II. 1, 16), al igual como el apóstol Matías, quién después de la muerte de Judas fue incluido en el círculo de los doce apóstoles. Y el científico religioso Skriver complementa, que según la certificación de los escritores del siglo 2, que también los apóstoles AndrésFelipe y Tomás, como los evangelistas Marcos y Lucas fueron vegetarianos. 


 Al grupo original de los doce, prontamente también se unían otros, que llevan la responsabilidad principal del cristianismo original, esto lo muestra el ejemplo de Jacobo, el hermano carnal de Jesús de Nazaret, el primer dirigente de la comunidad originaria. En la Biblia, junto a los apóstoles, simpatizantes de los animales, Pedro y Juan, es considerado como una de las tres “columnas”, que gozan de la respectiva estima. Sobre Jacobo escribe el padre de la iglesia Hegesipp (alrededor del año 180) “no bebió vino ni bebida fermentada; ni tocó carne” (Eusebio, Historia de la Iglesia II, 23, 5).
La manera de vida de los primeros cristianos en Palestina, para muchas personas es una piedra de escándalo. Pues antes como ahora, el templo con sus sacrificios diarios de animales, es el centro religioso y político de la sociedad. Y en cada una de las fiestas durante el año, se prescriben determinadas matanzas, y la ingesta de determinadas partes de carne, en las comidas festivas, no sólo es considerada como una costumbre de alimentación, si no, una obediencia frente a Dios, quién habría ordenado esto. Por esto la vida amigable con los animales de Jacobo y de la comunidad originaria es considerada como deserción de Dios y sus mandamientos – un reproche por cuya causa es asesinado Jacobo en el año 62 d.C., mediante lapidación de parte de los seguidores de los sacerdotes de Jerusalén. Su sucesor Simeón, un primo de Jesús, sigue fiel a esta tradición, para el bien de sus semejantes y los animales, al igual que el sucesor de éste Justo (desde 107) (Skriver, pág. 15).

Entonces se puede concluir, que los primeros cristianos, por amor a los animales rechazaban los sacrificios y su ingesta.



Jesús de Nazaret, unos años antes había aclarado al pueblo, que las prescripciones sobre los sacrificios no provienen de Dios, si no de los sacerdotes, quienes imputaban esto a Dios. 

Y Jesús dijo: “He venido a abolir los sacrificios, y, si no dejáis de sacrificar, no se apartará de vosotros mi ira” (30, 16), donde la palabra “ira” se refiere a la acción negativa, que le sigue a la causa negativa de los sacrificios.

 Esta palabra de Jesús, esta documentado en el Evangelio ebionita del cristianismo originario (a comienzos del siglo 2), que la iglesia, aprox. 300 años después hizo destruir.

Sólo algunas frases se conservaron, las cuales el padre de la iglesia católica Epifanio (315-403) guarda en su libro Cajita de drogas contra toda enseñanza errónea (un título cínico) (Panarion omnium haeresium 30, 16, 4-5)Epifanio también informa, que a una pregunta suya formulada a los así llamados Ebionitas (Nombrados así por un hombre llamado Ebión), del porqué rechazaban estrictamente comer carne y todo tipo de culto de sacrificios, dijeron:  Jesús lo había dicho así (Panarion 30, 18, 9), un esencial antiguo certificado sobre la manera de pensar de Jesús de Nazaret.
Pero la gran mayoría de la humanidad prefiere escuchar a los sacerdotes, en vez de, al hombre de Nazaret. El templo, en el cual son sacrificados los animales,  adquiere más importancia aún en los años 60, como una obra de arte. Casi al mismo tiempo comienza la rebelión contra los romanos. Esto, sin embargo, termina en una catástrofe con más de 100 000 muertos y la destrucción del templo poco después de su terminación en el año 70 d.C. 

De entre los sobrevivientes algunos llegan a reflexionar, y en fuentes judías se puede leer: Cuando fue destruido el templo, aumentaron los abstinentes en Israel, que no comían carne ni bebían vino” (Talmud, Baba Batra 60 b).


El fin de la guerra y del templo pudo haber significado un nuevo comienzo para la sociedad, también en su relación con los animales. Pero fué  justamente, cuando algunos, que se basaban en Cristo y que por lo tanto son excluidos de las sinagogas, de las casa de oración que siguieron en pié, aflojan poco a poco los compromisos, y nuevamente se come carne. Así, por lo menos, se puede concluir de un documento sobre los cristianos en Palestina a comienzos del siglo 2, la famosa epístola del embajador Plinio al emperador Trajano. Plinio escribe a Roma “la carne de los sacrificios, para la cual hasta hace poco casi no hubo compradores, vuelve a encontrar venta en todos los lados” (Epistula X, 96).

Pero antes de que las personas en Palestina se hicieran llamar cristianos, y nuevamente hubieran comenzado con el consumo de carne, en otras partes del imperio romano se había rota la barrera protectora de los animales.



                                            ¿COMO SE LLEGÓ A ESTO?

Después que, primeramente los cristianos tuvieran que defenderse contra los sacerdotes judíos y sus seguidores, ya en el año 50 se abre un nuevo frente. Un solitario, de nombre Pablo, comienza por cuenta propia a conquistar personas a favor de Cristo, fuera de Israel (ver al respecto el El Teólogo Nº 5). Ya que Pablo era seguidor de los fariseos que perseguía a los seguidores de Jesús en Jerusalén, reinó primeramente una gran alegría por su conversión. Pero pronto se producen los conflictos entre la comunidad originaria de Jerusalén y los neoconvertidos, ya que Pablo en muchos aspectos se desvía de las enseñanzas de Jesús de Nazaret, por ejemplo, en su enseñanza de que  la fe es suficiente para la salvación del alma, mientras que Jesús siempre hace referencia a la acción (ver al respecto “El Teólogo 8, comparación Nº 7)




En el concilio de los apóstoles de Jerusalén (aprox. el año 50), finalmente se decide, darle a Pablo y a sus seguidores la siguiente condición: Si ya se toman la libertad de consumir animales, entonces por lo menos, como es usual en el judaísmo, renuncien a carnes provenientes de cultos paganos que aún contenga restos de sangre (Hechos 15, 20). La observancia de estas ordenanzas judías sobre la alimentación según esto sería quizás una oferta de compromiso de la comunidad originaria de Jerusalén a la comunidad fundada por Pablo, que debería evitar que ambas corrientes se separen totalmente.

Tiempos terribles para los animales
¿Qué sucedió ahora con este acuerdo? Para empezar, Pablo está dispuesto a limitarse personalmente e incluso en sus cartas a, por amor a los vegetarianos, renunciar totalmente al consumo de carne; lo hace por amor a sus correligionarios de fe, que no se atreven a comer carne, ya que esta anteriormente fue sacrificado a los dioses paganos (El amor por las animales y temores de cultos, posiblemente estaban juntos como posibles renuncias a la carne).
Pero Pablo los considera como “débiles de fe”, sobre los cuales no habría que tener ninguna consideración. “El débil no come carne” (Romanos 14, 2). Y “Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite” (Romanos 14, 21). En otra parte anima a los hombres, tomarse la libertad, para comer de todo “que se vende en la carnicería” (1era de Corintios 10, 25). Con esto Pablo no se atiene a la imposición, y su mensaje- de “Cristo”, es adaptado totalmente a los círculos de elite del imperio Romano, donde el consumo de carne es usual. Pero esto se pondrá peor aún.

Pablo mismo o uno de sus alumnos, quién escribe bajo el nombre de “Pablo”, redacta una Epístola a Timoteo, en la, éste es advertido de las “doctrinas de demonios” de los “mentirosos”: Estos estarían ordenando, evitar alimentos, los cuales según el convencimiento de Pablo, respectivamente, de su alumno, fueron creados por Dios, para que ellos “con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.” Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias (1era a Timoteo 4, 1-5). El consumo de animales, entonces es bueno, si  – sencillamente hablando – no se olvide la oración previa. Así, es interpretada esta cita bíblica hasta ahora, ¿y si en relación a esto, se refiere al ser  h u m a n o  que también fue “creado” por Dios? ¿No podría ocurrirse a alguien, apelando a la Biblia, querer santificar “carne humana”, agradeciendo y rezando por esto a Dios? (El “caníbal de Rothenburg”, Armin Meiwes, al comerse a su amigo Bernd Brandes, recordaba la santa cena, donde una oblea hecha de harina es transformada previamente en la “sustancia “carne”, y le es ofrecido al creyente como el supuesto “cuerpo de Cristo”). 

En el año 732 despues de Cristo, el Papa Gregorio III prohibio que se comiera la carne de caballo porque era considerado algo malefico ya que antes se acostumbraba sacrificarlo en ceremonias religiosas paganas que incluian beber su sangre y comer su carne ya que creian que adquirian su fuerza y su 

Qué ha querido decir el autor de la carta a Timoteo, cuando escribe: “nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias”? Si se consulta el diccionario estándar Religion in Geschichte und Gegenwart [Religión en la historia y el presente], entonces la carta a Timoteo se dirige contra la “extensa corriente ascética-vegetariana dentro de la comunidad, que recomendaba la renuncia al consumo de carne, pero que se convertía en herética, donde lo exigía (citado según Skriver).

 Hasta aquí la interpretación eclesial.
Sin embargo, si se investiga las numerosas fuentes extra bíblicas, entonces la manera de vivir no es sólo una “extensa corriente”, si no la “corriente principal”. Y, por lo tanto, en frente a esto los “engañadores” son Pablo y sus alumnos; y en cuya sucesión la iglesia oficial, hasta hoy, observan el consumo de carne como inofensivo e incluso lo apoyan.
Carl Anders Skriver escribe al respecto: “Uno no se imagina, la clase de combate de aniquilación se ha llevado contra esta verdad vegetariana en el cristianismo, desde 2000 años hasta incluso la ciencia de hoy día”
Este combate, por ejemplo, lleva a que la reunión eclesial de Ancyra en el año 314 determina por decreto “que aquellos, que fueran sacerdotes y diáconos y se abstenían de consumir carne, deberían probarla, y de este modo, si quisieran, vencerse a si mismos, pero si mostraran rechazo, de comer carne ni siquiera mezclado con verduras … alejarlos del servicio (citado según Johannes Schümmer, Die altchristliche Fastenpraxis [La antigua practica cristiana del ayuno], Münster 1933, pág. 32).

 Pero no iba a quedar con la prohibición del ejercicio de la profesión. 
El Dios de la iglesia, ya en el Nuevo Testamente de la Biblia provocó el cruel destino, tanto de los animales como también de los distinto pensantes, lo que se refiere a los animales, se muestra hoy [siglo 21] a toda las personas que quieren verlo. Así por ejemplo, en la 2da epístola de Pedro, los que piensan de manera diferente, son comparados con los “animales irracionales” nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición (2da epístola 2, 12).


 En el Antiguo Testamento (ver El Teólogo 8 (1d)) y donde los griegos, respecto a los animales por lo menos hay alguna excepciones, mientras que en el Nuevo testamento no hay clemencia con los animales.
La resistencia contra la alimentación vegetariana

“Uno no se imagina, el combate de aniquilación, que se llevó a cabo contra esta verdad vegetariana en el cristianismo durante 2000 años”, escribe el conocido teólogo Carl Anders Skriver, en su libro La manera de vivir de Jesús y de los primeros cristianos (Lübeck 1973). De esta forma a las personas hoy en día, ya no les es conocido, que Jesús y los primeros cristianos también fueron amigos de los animales y renunciaban al consumo de carne (ver también capítulo 1 y capítulo 2 de la serie Verheimlichte Quellen [Fuentes ocultas]). A continuación algunos ejemplos seleccionados de como esta comprensión fue combatido por las iglesias.
Tarta o Saltamontes
Una fuerte controversia libraron los ebionitas provenientes de los cristianos originarios, con respecto a este tema, en el año 400, con el combatiente eclesial de los herejes de aquel entonces (el actual comisionado de sectas), Epifanio. Los ebionitas no comen carne y se basan en Jesús de Nazaret, quién habría ordenado esto(Epiphanius, Panarion omnium haeresium 30, 18, 9)También el antecesor de Jesús, Juan el Bautista, de acuerdo a los ebionitas no consumía carne. Puesto que, en el evangelio ebionita, nombrado así según aquellos, sobre él dice: “Comía miel silvestre, cuyo aroma sabía a maná, igual a un pastel sumergido en aceite.”
El Evangelio de los ebionitas, que fue redactado por el año 110, es notoriamente más antiguo que los manuscritos de los evangelios bíblicos conservados hasta ahora y fue destruido en forma completa por la iglesia católica. Que hoy día aún conozcamos algunas frases, se lo “debemos” al comisionado de sectas Epifanio quién, ante todo, se hizo famoso por combatir al conocido maestro de la Biblia, Origenes. Epifanio acusa a los ebionitas de “mentirosos”, en su libro Panarion omium haeresium (= Botiquín [cajita de remedios] contra toda enseñanza errónea), y el hombre de la iglesia, cita por esta razón el evangelio aún conservado en esa época: Juan no se habría alimentado – como ahí se cita – de pastel de aceite (en griego enkris), si no de saltamontes (griego akris), como dice en el Evangelio de Mateo oficialmente reconocido por la iglesia. El reproche de la “mentira” es, sin embardo, recíproco. Ya que el evangelio ebionita advierte, que los manuscritos del evangelio de Mateo, que estaban cursando en esa época, declarados posteriormente como “palabra de Dios”, fueron “falsificados y mutilados”. ¿Enkris o akris – cual fue la palabra original? ¿Y quien miente? Lo que si es seguro – que el padre de la iglesia Jerónimo, a finales del año 400, informa sobre esto –, que para la iglesia oficial en formación se trata, de torcer más y más las muchas tradiciones existentes, en el sentido de ella.
                            ¿Nacidos para ser carneados?
En los primeros siglos, en los círculos eclesiásticos como criterio de la verdad, valía cuando una escritura provenía de un apóstol. Una procedencia así también se puede simular, para reivindicar, por ejemplo, un lugar en la Biblia en formación, de un determinado escrito. Esto es evidente en el caso con la segunda epístola de Pedro, que supuestamente proviene del apóstol Pedro y, que por lo tanto, fue declarado por la iglesia como “palabra de Dios”. Pero la ciencia que estudia el nuevo testamento, está bastante segura, que esta carta no proviene de Pedro – pero muy raras veces se habla de una “falsificación”, si no, se prefiere el hermoseante concepto “seudo epigrafía”.

¿Y que aporta esta falsificada carta, elevada por la iglesia como “palabra de Dios”, al tema? El redactor con ocasión de insultar a los que piensan de manera diferente, deja entrever, lo que piensa de los animales. Las supuestas enseñanzas erróneas serían como “animales irracionales, destinados por naturaleza para ser cazados” (2da de Pedro 2, 12) – una perversión de la enseñanza de Jesús y su apóstol Pedro, quien según antiguas fuentes se alimentaba en forma vegetariana de “pan y aceite de olivas”, a los cuales “a veces le agregaba verduras” (Homilías de Clemente XII, 6; ver también la falsificación en Los hechos de los Apóstoles 11, 7-9).



Plomo en la garganta
Pero esto empeora. En los tiempos que ahora siguen, el asunto no sólo queda con el asesinato de la imagen de los cristianos originarios o comunidades individuales, las cuales, por ejemplo, fueron calumniadas en la 2da. Carta de Pedro. Los asesinos de animales eclesiales, pronto también se transforman en homicidas.

 Un ejemplo, para esto se relata en Constantino, quién a partir del año 313, privilegiaba masivamente a la iglesia católica y hace perseguir al movimiento de los cristianos originarios, a partir de 326, aún cuando él recién en su lecho de muerte se convirtió al catolicismo. En este año fue decretado por él la así llamada “ley herética” que prohíbe todo tipo de reuniones de cristianos, también las privadas, que difieren del catolicismo. Aquel que a partir de este momento ponía a disposición una habitación a los cristianos originarios para reuniones, la casa, de éste deberá ser traspasada a la iglesia católica-romana. De Constantino se relata, que a los que renunciaban al alcohol y que se alimentaban vegetarianamente y que “enseñaban doctrinas falsas”, les hacía verter plomo derretido en la garganta (Carsten Strehlow, Vegetarismus/Veganismus als Bestandteil des Christentums [Vegetarianismo/veganismo como parte del cristianismo], Berlín 2000).


En el combate contra la “falsa doctrina vegetariana”, la iglesia ya había adquirido y  tenía experiencia. Así en el siglo 2 una parte del credo en el oriente del imperio romano, por ejemplo, dice, que los nuevos feligreses al entrar en la iglesia debían pronunciar: “Yo maldigo a los nazarenos, los testarudos, que niegan, la ley de sacrificios que fue dada por Moisés, y que se abstienen de comer criaturas vivientes y que nunca ofrecen un sacrificio”. Esta declaración de fe le fue agregado a los Recuerdos Clementitos (citado según el libro del investigador de Qumran Hugh J. Schonfield, Die Essener [Los Esenos], Fulda 1985, pág. 99, que a su vez, hace referencia al conocido clásico de James Parkes, The Conflict of the Church and the Synagogue, London 1934, pág. 398). Los Recuerdos Clementinos, evidentemente son nombrados donde se cita  al padre de la iglesia Hegesipo (aprox. año 180). A los judíos recién convertidos, no se les exigió una claro distanciamiento de los “nazarenos”, una de las muchas comunidades cristianas originarias o judías que fueron combatidos por la iglesia, y que fueron mencionados en numerosas denominaciones.

Acoplando  esto: la inquisición eclesiástica del medioevo cuelga a las personas, que se niegan matar animales.

Como comprobación de su creencia, un sospechoso debe matar públicamente a un animalDel año 1051 se relata, que la convención de obispos de Goslar, impuso la pena de muerte a algunos cristianos originales que se negaban a matar gallinas (Graf von Hoensbroech, Das Papsttum in seiner sozial-kulturellen Wirksamkeit, [El papado en su actividad social-cultural], Leipzig 1904, pág. 35)Como sospechosos ya se consideraba el “aspecto pálido, lo que se relacionaba con la alimentación vegetariana (Carsten Strehlow, Vegetarismus/Veganismus als Bestandteil des Christentums
[Vegetarianismo/veganismo como parte del cristianismo], Berlín 2000, pág. 55)Y mientras  en el imperio Romano oriental  el consumo de embutidos aun es prohibido, lo alienta el cristianismo occidental con ahínco, y la situación para los animales empeora cada vez más. Así, por parte de los santos eclesiales Agustino y Tomás de Aquino se les deniega a los animales un alma inmortal. 
Con esto automáticamente son excluidos de la salvación de Cristo. Y en este ámbito, se crean los gremios de los carniceros eclesiales, y los vegetarianos son acosados y perseguidos

Una base para esto es el Anatema del papa Juan III (561-574) en el primer sínodo de Braga/Portugal “Si alguien considera como impuro alimentarse de carne, que Dios le ha dado al hombre para su consumo … renuncia a ella … éste sea excomulgado (Cod. Alderspac. 184 membranac. Saec. XIV., citado según Ignaz von Döllinger, Beiträge zur Sektengeschichte des Mittelalters [Aportes a la historia de las sectasdel medioevo], Tomo 2, Munich 1890, pág. 295). Una excomulgación papal es una especia de condena a muerte, ya que tenía como consecuencia la proscripción. El condenado es excluido de la sociedad, pierde todos sus derechos y cualquiera lo puede matar sin ser castigado.

¿Y que les sucede a los animales? En honor a “san” Vicente, por ejemplo, cada año se lanza, desde la torre de la iglesia en Manganeso de la Polvorosa, una cabra viva. En otros lugares, en honor del santo patrono del lugar, arrean innumerables toros por las calles y que al final de las festividades son degollados. Estas crueles costumbres y tradiciones se originan en las poblaciones católicas. Además de esto, para navidad y pascua, en todos los países religiosamente acuñados, se consumen innumerables animales atrozmente engordados, y en Francia, mayoritariamente católica, la asamblea nacional en el año 2005 declaró como herencia cultural el “Foie de grass”, donde primero los gansos son “atiborrados”, alimentados forzosamente mediante medios terriblemente crueles. Mientras  la enseñanza católica está empeñada en  justificar teológicamente, en parte, el terrible comportamiento de los humanos frente a los animales, (por ejemplo Catecismo católico 2417 y 2418),  en la teología evangélica, este tema es mayoritariamente ignorado. Quizás sea también una razón de psicología profunda, el terrible trato de parte de las iglesias con los animales, ya que estos no son católicos, ni evangélicos, si no solamente criaturas de Dios.
Pequeños cambios ...Ya que el tema “animales”, respectivamente “sufrimiento animal” no aparece en el catecismo evangélico, no es de extrañar, que gustosamente se trata de ocultar las huellas de la amistad hacia los animales del cristianismo original. Por ejemplo, en la obra de Eduard Hennecke, Neutestamentliche Apokryphen [Apócrifos neotestamentarios], (segunda edición, 1924) se cita al padre de la iglesia Hegesipo (aprox. año 180). Este testigo escribe aquí sobre el hermano de Jesús Jacobo, el primer líder de la comunidad original de Jerusalén: “Él no consumió vino ni bebidas embriagadores”. Pero el profesor Hennecke cita esta fuente sólo en forma parcial, a lo que Carl Anders Skriver, llama la atención, ya que donde Hegesipo se sigue leyendo “… y no comió nada, que tenía alma.” En la 6ta. Edición (1990), mientras tanto se cita nuevamente el texto en su forma completa.
PS: En la biblioteca de los padres de la iglesia, esta parte es traducida como “… él tampoco comió carne” (http://www.unifr.ch/bkv/).


¿Una confusión?
Pero lo que a muchos teólogos no les cabe en sus conceptos, posiblemente es puesto en duda, aún cuando la fuente es inequívoca. Así, por ejemplo, supone el teólogo evangélico Walter Bauer (siglo 20), profesor y editor de la obra estándar Handbuch zum Neuen Testament (Manual para el Nuevo Testamento), a caso, el padre de la iglesia Clemente de Alejandría (siglo 2), no haya confundido los nombres de los apóstoles (según Skriver, pág. 15). El escribe: “La opinión, que él [Mateo] haya sido un rigurosos vegetariano (Paidagogos II, 1.16: Mateo vivía de semillas, frutos de los árboles y verduras sin carne), tiene posiblemente su base en una confusión con el apóstol Matías …” Pero en antiguas fuentes se puede leer, que ambos, Mateo y Matías, fueron vegetarianos, y no sólo ellos. Según todo parecer no existen testimonios antiguos, que aún sólo un apóstol haya comido carne (a excepción del apartado Pablo). En frente a esto en muchos relatos dice que ellos renunciaban a la carne.





Perseguido y asesinado

Este conocimiento sobre la manera de vivir de Jesús y de los apóstoles, se arrastra subyacentemente por toda la historia de la cristiandad y constantemente encuentra nuevos seguidores. Otro ejemplo son los cátaros que se alimentaban vegetarianamente, que vivían en el medioevo en el sur de Francia. Ellos – como muchos otros cristianos originales – son cruelmente perseguidos y asesinados.

Hoy se puede considerar la tenencia masiva de animales a nivel mundial y el record de ensayos con animales, como cruel remate de la tradición eclesial, que ha separado al hombre, como “imagen de Dios”, de la naturaleza y los animales.

 Y como culminación de todo, a esto se puede agregar, que en el año 2000 la mayoría de los parlamentarios de los así llamados partidos C en Alemania (“c” de “cristiano”) CDU y CSU (por sus siglas en alemán), se negaron a aprobar la incorporación la protección de los animales en la constitución alemana. Recién en el año 2002 se encontró una mayoría en estos partidos y la constitución pudo ser ampliada con la protección a los animales. Pero como una consecuencia de la falta del derecho fundamental, a comienzos del año 2002 fue abolida la prohibición de la matanza sin anestesia, para carniceros musulmanes. Al mismo tiempo, también a los carniceros judíos les fue permitido faenar animales. Y también de otra manera, a pesar de la ampliación de la constitución, para los animales prácticamente no ha cambiado nada.

Una advertencia enfática
Mientras tanto la situación histórica mundial ha cambiado en muchos aspectos, y la naturaleza y los animales pertenecen cada vez menos al hombre “caníbal”. Las catástrofes naturales tienen un notorio aumento, y las enfermedades y epidemias causadas por el consumo de carne van en constante crecimiento a nivel mundial. Constantemente, en la historia hubo intentos de sacudir a la humanidad embrutecida y animalmente caníbal, contra la resistencia de la teología y de la iglesia. Así también hoy, de parte de muchos grupos de gentes y personas individuales, se advierte en forma enfática, de no continuar con el comportamiento bestial frente al mundo animal. Ya que los animales sufren y sienten como nosotros los humanos, en mayor o menor grado según su estado de conciencia. Para el causante de este sufrimiento, el ser humano, esto más temprano o tarde significa: Lo que siembra, esto lo cosechará, así la advertencia. Concretamente: Lo que el hombre le hace a los animales, recaerá sobre éste y le será hecho – si no se arrepienta a tiempo y seriamente y lo pone de manifiesto con un nuevo comportamiento.


¿Como fue posible, que en las naciones cultas europeas se pudo desarrollar la tenencia masiva de animales, ensayos con animales y una cacería sin piedad de los animales? Los filósofos en la antigua Grecia y en Roma tenían en alta consideración a los animales, al igual en los países altamente culturales no europeos como, por ejemplo, Egipto e India.
A través de Jesús de Nazaret muchos de estos arranques positivos  pudieron haber encontrado su culminación hace ya aproximadamente 2000 años. Ya que él aspiraba, partiendo desde Palestina, a un imperio de paz mundial para el hombre, la naturaleza y los animales, tal como lo había dicho antes el profeta Isaías: “Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará … y el león como el buey comerá paja … Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora …” (11, 6-9). Pero un poco más tarde ingresó a la historia una nueva institución, que traiciona a estos ideales y que crea las bases espirituales, para la actual barbarie. Es el cristianismo eclesiástico, que en contradicción a las otras religiones y antiguas cosmovisiones, separa al hombre de las demás criaturas. Ahora se declara al hombre como elegido por Dios, que entraría al cielo si le mantiene la lealtad a la iglesia. Para los animales, esta nueva religión, no conoce un cielo y también ahora en la Tierra comienza para ellos un período de sufrimiento sin comparación, cuyo punto álgido y al mismo tiempo  crítico, estamos experimentando ahora.

Contra los “cristianos”
El filósofo griego Plotin (205-270) y su alumno, proveniente de Líbano Porfirio (aprox. 234-304), desarrollan una éticamente alta visión general de la creación, según la cual todo proviene del espíritu. 

Ellos enseñan, que incluso en la forma más primitiva de la creación, la materia, se refleja el espíritu y que el alma mediante una vida ética puede ascender y fundirse con el espíritu. Porfirio escribe en su libro Sobre la abstinencia de los seres animados,  como las almas más desarrolladas prescinden de la carne. El filósofo les reprocha a los cristianos eclesiásticos, haber “abandonado la herencia de los padres” y haberse “confeccionado una nueva enseñanza sin salida, la que ni guarda fidelidad a la tradición griega ni a la de los judíos”. En relación a esto, el filósofo apunta a innumerables enredos, vacíos de conocimientos y contradicciones de la enseñanza de la iglesia y redacta la obra de 15 tomos Contra los cristianos – según el conocido historiados de la iglesia Adolf von Harnack “indiscutible la obra más extensa, que fue redactada en la antigüedad contra el cristianismo”. El primer historiador eclesial, el padre de la iglesia Eusebio(263-339), por esta razón, considera a Porfirio como “portavoz de los demonios”. Su obra es quemada por la iglesia católica, después que ésta, en el año 380 bajo el emperador Teodosio I, se transformó en la única iglesia estatal, de manera que se ha perdido a excepción de algunas citas en escritos de hombres de la iglesia.
El linchamiento de la matemática
La guerra de aniquilación de la iglesia en contra de las elevadas raíces espirituales y éticas del occidente, mientras tanto estaba en pleno fragor. El influyente senador católico-romano Firmicus Maternus exigió de los emperadores Constantino II y Constanzo, comprobado por primera vez en el año 347, la exterminación de las antiguas religiones y filosofías. Aun titubean los emperadores. Pero en el año 356 el imperio romano decreta la pena de muerte para el ejercicio de servicios divinos no católicos. Un crimen especialmente terrible de la iglesia, lo sufrió la conocida matemática Hypatia (*370) de Alejandría, una sucesora de Plotin y Porfirio, como cabeza de la escuela filosófica neo platónica, de cuyo ideario, nacieron en el siglo 19 en Inglaterra y en Alemania las primeras uniones  de vegetarianos. Hypatia, que hoy es considerada como “la mujer más importante de la historia de la ciencia del occidente” (Enciclopedia Brockhaus), en el año 415 es asaltada en la calle, por una enfervorecida turba de cristianos eclesiásticos, bajo el liderazgo del predicador católico-romano Pedro, y es arrastrada hacia la iglesia católica, y allí desnudada, apedreada y finalmente cortada en pedazos mediante trozos de vidrio. El patriarca de la iglesia católica-romana, Cirilo de Alejandría, previamente había dado su aprobación al plan del baño de sangre. Después de este terrible crimen hay una “hereje” y una intercesora para los animales, menos. Y su principal asesino, Cirilo de Alejandría, es canonizado en el siglo 19. La historia eclesial oficial no hace referencia de esto“hasta el siglo 6 y 7, e incluso dura hasta el siglo 9”, hasta que todo el paganismo haya sido totalmente “aniquilado” (Karl Heussi, Kompendium der Kirchengeschichte [Compendio de la historia de la iglesia], Tubingia 1991, pág. 94). En realidad, más que otra cosa, la iglesia católica ha absorbido e imitado lo cultos del paganismo (ver El Teólogo N° 25). Y los defensores originales de esto también fueron asesinados, para enmascarar el origen pagano del la fe de la iglesia y sus prácticas