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miércoles, 13 de junio de 2012

SYRIZA


"Frente a la troika", 

intelectuales europeos

 apoyan a Syriza

Pensadores como Rancière, Michael Lowy, Toni Negri, Tariq Ali o Giorgio Agamben firman 

un manifiesto de apoyo a la izquierda griega invocando a la "refundación" de Europa

Una menor observa a los antidisturbios que hacen guardia frente al Parlamento en Atenas.

"Por una sorprendente ironía de la historia, los griegos se encuentran en primera línea de nuestro combate común. ¡Escuchémosles, apoyémosles, defendámosles!" Así empieza el manifiesto que un amplio grupo de intelectuales europeos han firmado en apoyo a la coalición de izquierda radical Syriza en las elecciones griegas del próximo 17 de junio.

La decisión que tome el pueblo griego sin duda será un punto de inflexión para el futuro político de la Unión Europea. Tras las elecciones del pasado 6 de mayo, quedó constatado que la austeridad dictada desde las instituciones europeas ha dividido a la sociedad griega. Los dos partidos históricamente hegemónicos en el país heleno, los conservadores de ND y los socialdemócratas del Pasok, los dos únicos que apoyan el memorándum y los recortes, vieron reducidos sus apoyos hasta el punto en que, en coalición y con los 50 diputados otorgados a ND por ser primera fuerza, fueron incapaces de formar una mayoría para gobernar. La segunda fuerza, Syriza, tampoco consiguió reunir los apoyos suficientes.

A día de hoy los sondeos sobre el vencedor de los próximos comicios están divididos entre ND y Syriza, que ha manifestado en repetidas ocasiones su intención de cancelar el memorándum europeo, aunque no reniega de la permanencia en la Unión y la moneda única. "Estas elecciones no son entre el euro y el dracma, sino entre Syriza y el memorándum", afirmaba la semana pasada Alexis Tsiripas, el joven líder de la coalición de izquierda.

Por eso, frente a las amenazas que están llegando de Alemania y las instituciones europeas, intelectuales europeos pertenecientes a distintas corrientes de la izquierda han sacado este comunicado, traducido al español por de Gaëlle Suñer y Raimundo Viejo Viñas, en el que afirman que "esta injerencia no es sólo contradictoria con las reglas democráticas, sus consecuencias son dramáticas para nuestro porvenir común". Así, afirman que "bajo el pretexto de sanear las finanzas públicas y de modernizar la economía, imponen una austeridad que ahoga la actividad, reduce la mayoría de la población a la miseria, desmantela el derecho laboral. Este programa de ‘enderezamiento' neoliberal se salda con la liquidación del aparato productivo y el paro de masas."

Entre los firmantes se encuentran figuras de la talla de Tariq Alí, Alain Badiou, Jacques Rancière, Michael Lowy, Toni Negri, Rossan Rossanda o Giorgio Agamben. Y quieren constatar que "esta nueva Europa que al igual las fuerzas democráticas que emergen en Grecia, invocamos con nuestros deseos, es la de todos sus pueblos. En cada país son dos las Europas incompatibles que hoy se enfrentan: la de la desposesión de los seres humanos y la que afirma el derecho de todos a una vida digna de este nombre dotándose colectivamente de los medios. Por eso nos batimos junto a los electores y los militantes de Syriza: no es por la desaparición de Europa, sino por su refundación". Porque actualmente es "en Atenas donde está en juego el futuro de la democracia y de la propia Europa"

Comunicado

En la serie de acontecimientos que han arrojado a Grecia al fondo del abismo, cada cual sabe que las responsabilidades de los partidos en el poder desde 1974 son aplastantes. No sólo se beneficiaron de la corrupción y de los privilegios, sino que beneficiaron ampliamente a proveedores y acreedores de Grecia. En estas condiciones podría sorprender que los dirigentes europeos y el FMI, transformados en modelos de virtud y de rigor, se empleen en conducir de nuevo al poder a estos mismos partidos quebrados y desacreditados, denunciando el "peligro rojo" encarnado por SYRIZA y prometiendo cortar suministros básicos si las nuevas elecciones del 17 de junio confirman el rechazo del "Memorándum". Esta injerencia no es sólo contradictoria con las reglas democráticas, sus consecuencias son dramáticas para nuestro porvenir común.
Sería esta razón suficiente para que rechazásemos dejar hacer. Pero hay algo más grave aún. Desde hace dos años los dirigentes de la Unión Europea trabajan en desposeer al pueblo griego de su soberanía. Bajo el pretexto de sanear las finanzas públicas y de modernizar la economía, imponen una austeridad que ahoga la actividad, reduce la mayoría de la población a la miseria, desmantela el derecho laboral. Este programa de "enderezamiento" neoliberal se salda con la liquidación del aparato productivo y el paro de masas. Para hacerlo aprobar, ha sido necesario nada menos que un estado de excepción sin parangón en Europa Occidental desde el final de la Segunda Guerra Mundial: el presupuesto del Estado es dictado por la Troika, el Parlamento griego reducido a una cámara de registro, la Constitución ninguneada. La invalidación del principio de la soberanía popular va de la mano con la humillación de todo un país. Ahora bien, si alcanza aquí este extremo, ya no concierne exclusivamente a Grecia. Son todos los pueblos de sus naciones constitutivas a los que la Unión Europea tiene por cifras irrisorias cuando se trata de combinar las intervenciones del FMI y de la BCE a favor del sistema bancario o de imponer gobiernos de tecnócratas no electos.
En repetidas ocasiones los griegos han dado a conocer su oposición. Innumerables manifestaciones multitudinarias, 17 jornadas de huelga general en dos años, como las acciones de desobediencia civil o el movimiento de los Indignados de Syntagma; tales han sido las señas inequívocas de su rechazo al destino que les han preparado sin consultarles. ¡La única respuesta que han recibido habrá sido la duplicación de la dosis letal y la represión policíal! Es entonces, en un contexto de deslegitimación completa de los gobernantes, que el retorno a las urnas ha aparecido como la única salida para evitar la explosión social.
Pero el asunto está claro ahora: los resultados del 6 de mayo no dejan lugar a dudas sobre el rechazo masivo de la política impuesta por la Troika. Y ante la perspectiva de una victoria de SYRIZA en las elecciones del 17 de junio, una campaña de desinformación y de intimidación ha sido activada tanto en el interior del país como a nivel europeo. Está dirigida a descalificar SYRIZA como interlocutor político. Todos los medios son válidos a tal fin, comenzando por su calificación de "extremista" y el paralelismo tan absurdo como indecente con los neo nazis del Amanecer Dorado. Todas las taras le son imputadas: estafa, doble lenguaje, infantilismo reivindicativo. De creer esta propaganda de odio que toma el relevo de la estigmatización racista del pueblo griego, SYRIZA estaría poniendo en peligro las libertades, la economía mundial y la construcción europea. La responsabilidad de los electores griegos y de nuestros dirigentes sería la de cortarle el paso. Esgrimiendo la amenaza de exclusión del euro y otros chantajes, se lleva a cabo una manipulación del voto popular. A través de esta "estrategia del shock" los grupos dominantes se esfuerzan por desviar el voto inminente de acuerdo a sus intereses que pretenden sean también los nuestros.
Nosotros, ciudadanos europeos, no podríamos callarnos ante esta tentativa de desposeer de su soberanía a uno de los pueblos de la Unión cuyas elecciones constituyen su último recurso. Debe cesar la campaña de estigmatización de SYRIZA y los chantajes a la exclusión de la eurozona. A los griegos de decidir su suerte, rechazando todo dictado, desechando los venenos económicos administrados por sus "salvadores", comprometiéndose libremente en las cooperaciones indispensables para superar la crisis, con los otros europeos.
Lo afirmamos: es hora de que Europa perciba la señal enviada el 6 de mayo pasado por Atenas abandonando una política que arruina la sociedad y pone los pueblos bajo tutela con el fin de salvar a los bancos. Es urgente bloquear la deriva de una construcción política que instituye la omnipotencia de los operadores financieros. Es necesaria una Europa que sea la obra de sus ciudadanos, al servicio de sus intereses.
Esta nueva Europa que al igual las fuerzas democráticas que emergen en Grecia, invocamos con nuestros deseos, es la de todos sus pueblos. En cada país son dos las Europas incompatibles que hoy se enfrentan: la de la desposesión de los seres humanos y la que afirma el derecho de todos a una vida digna de este nombre dotándose colectivamente de los medios. Por eso nos batimos junto a los electores y los militantes de SYRIZA: no es por la desaparición de Europa, sino por su refundación. Ya que es el ultraliberalismo que suscita la subida de los nacionalismos y de la extrema derecha. Los verdaderos salvadores de la idea europea son los defensores de una Europa donde la soberanía popular no es abolida sino extendida y compartida.
Sí, es en Atenas donde está en juego el futuro de la democracia y de la propia Europa. Por una sorprendente ironía de la historia, los griegos se encuentran en primera línea de nuestro combate común. Escuchémosles, apoyémosles, defendámosles!
Vicky SKOUMBI (aletheia, Atenas), Etienne BALIBAR, filósofo, Michel VAKALOULIS, filósofo y sociólogo. Y : Giorgio AGAMBEN, Tariq ALI, Elmar ALTVATER, Daniel ALVARO, Alain BADIOU, Jean-Christophe BAILLY, Fethi BENSLAMA, Fernanda BERNARDO, Jacques BIDET, Claude CALAME, Thomas COUTROT, Albano CORDEIRO, Yannick COURTEL, Costas DOUZINAS, Roland ERNE, Roberto ESPOSITO, Nancy FRASER, Elisabeth GAUTHIER, François GEZE, Max GRATADOUR, Jean-Pierre KAHANE, Jean-Marc LEVY-LEBLOND, Michael LOWY, Philippe MANGEOT, Philippe MARLIERE, Ariane MNOUCHKINE, Warren MONTAG, Jean-Luc NANCY, Toni NEGRI, Bertrand OGILVIE, Ernest PIGNON-ERNEST, Mathieu POTTE-BONNEVILLE, Jacques RANCIERE, Judith REVEL, Rossana ROSSANDA, Bernard STIEGLER, Michel SURYA, Bruno TACKELS, André TOSEL, Gilberte TSAÏ, Eleni VARIKAS, Dimitris VERGETIS, Jérôme VIDAL, Heinz WISMANN, Frieder Otto WOLF


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Merkel trata de influir en las elecciones griegas hasta el final

La canciller alemana pide a los griegos que voten a los partidos que digan "sí a los compromisos" adquiridos con Bruselas


Que un país le diga a otro qué debe votar es un hecho nunca visto en la historia de la Unión Europea y que sienta un precedente muy peligroso pase lo que pase este domingo. El Gobierno alemán ha tratado hasta el último momento de influir en las elecciones griegas que se celebran hoy agitando la bandera de la salvación del euro.
Y es algo que merece una reflexión profunda por parte de todos los socios de la moneda única. Grecia ya pasó por esto con la imposición de Lukas Papadimos a finales de 2011, un caso similar al de Mario Monti en Italia. Dos tecnócratas para cumplir las directrices impuestas desde Bruselas. Con la diferencia notable de que esta vez hay unas elecciones.  
Asumida la intervención de las economías, si los estados no conservan el último reducto de su soberanía -la libertad de que los ciudadanos elijan a sus representantes en las urnas- entonces quizá el problema deja de ser económico para convertirse en un problema de democracia. Aunque para la canciller alemana, Angela Merkel, no hay lugar a discusiones. Ayer, durante un congreso del partido democristiano, mandó un mensaje bien claro: "Es extremadamente importante que laselecciones griegas se cierren mañana con un resultado en el que los que se encarguen de formar gobierno digan, 'Sí, mantendremos nuestros compromisos'".
Merkel no nombró explícitamente a Syriza, la formación de izquierdas liderada por Alexis Tsipras que desde antes de las elecciones celebradas en mayo, en las que ningún partido fue capaz de formar Gobierno, se ha convertido en el enemigo público número uno de Bruselas. El juego es llamativo porque desde aquellos comicios Tsipras se ha encargado de recalcar en cada comparecencia que su objetivo, si venciera en las elecciones, no es abandonar el euro. De hecho así se lo hizo ver a la propia Merkel en Berlín. El político de izquierdas reclama una renegociación del pago de la deuda y más flexibilidad en los planes de ajustes que están ahogando a la población.
Es la clave de todo. Merkel no va a permitir que eso suceda y ha identificado a Syriza con el partido que quiere dejar el euro a la deriva. A fuerza de tanto repetirlo esa ha sido la percepción que se ha instalado en muchos gobiernos europeos, de ahí la recomendación del presidente francés, François Hollande, esta semana: "Puede haber países de la zona euro que prefieran terminar con la presencia de Grecia en el euro. Soy consciente de que los electores griegos deben tener la plena soberanía, pero tengo que prevenirles, es mi deber, de que si dan la impresión de que quieren alejarse de los compromisos, habrá países de la zona euro que preferirán su salida de la zona euro".    

¿Quién hundirá el euro, Tsipras o Merkel?

"Sólo Grecia puede decidir si abandona el euro pero será muy difícil para un país insolvente continuar en la eurozona si renuncia al apoyo financiero", dijo el pasado viernes en una entrevista con el diario Ekathimerini el presidente del Banco Central alemán, Jens Weidmann. Además de recalcar que no cree "en los programas de estímulo financiero" que también pide Tsipras para compensar los terribles recortes, sentenció que "si el nuevo Gobierno decide unilateralmente renunciar al programa de rescate, Grecia no recibirá más ayudas financieras".
El presidente del Bundesbank también se cerró en banda a aceptar cualquier tipo de negociación con Syriza
La partida se juega a una sola carta. Si Tsipras vence los comicios hoy reclamará la comprensión de la Unión Europea. Merkel se cerrará en banda y Grecia saldrá del euro provocando un terremoto financiero en toda la Eurozona que conllevará, como han señalado muchos analistas en los últimos días, el más que posible final de la moneda única. La cuestión está en ver las dos caras de la moneda. ¿El culpable de una hipotética caída del euro sería Tsipras o Merkel y los otros países que se nieguen a aceptar un pacto? 
La respuesta la dio el pasado viernes en una entrevista para Público.es, Costas Isychos, Responsable Internacional de Syriza: "La cuestión es si el euro y la Eurozona pueden sobrevivir con el incendio que ha empezado en Grecia y se está extendiendo a España, Irlanda y Portugal. La cuestión es si Europa va a seguir con estas políticas de austeridad y de ajuste, ya que son precisamente esas políticas las que están matando la Eurozona día a día. No es el gobierno de izquierda quien va a sacar a Grecia del euro, sino las políticas de la Unión Europea que están destruyendo la Eurozona".

Pocas opciones de formar Gobierno

En cualquier caso, si no ganara Tsipras, viendo la experiencia de las primeras elecciones, parece muy complicado que ninguno de los dos partidos históricos, la Nueva Democracia de Antonis Samaras y el Pasok del exministro de Economía, Evangelos Venizelos, puedan formar Gobierno. Sobre todo teniendo en cuenta que los socialistas griegos culminarán su hundimiento según las últimas encuestas.
Mientras todos los focos se han centrado en las posibles medidas de Syriza contra la austeridad, los neonazis de Amanecer Dorado entrarán en el Parlamento 
Por otra parte, Samaras dijo el viernes que pediría a Europa renegociar las condiciones de la devolución de la deuda para que los griegos tuvieran unas condiciones más ventajosas. "Saldremos de esta crisis y no dejaremos el euro. No dejaremos que nadie nos saque de Europa", proclamó en su último mitin.
¿Cuál es la diferencia? Para Isychos, "cuando se vaya a reunir el Consejo Europeo en Bruselas el 28 de este mes, nosotros, como representación de un gobierno de izquierdas, tendríamos que ir con dos puntos muy importantes. El primero sería dejar claro que el resultado del voto democrático de pueblo griego es la voluntad de poner fin de las políticas de austeridad y de romper con el memorándum. El segundo sería renegociar una deuda, la cual no sabemos todavía de quién es, ni cuál es la suma de esta deuda, ni cuál es la parte legal e ilegal de la misma".
Este tipo de reflexiones le han colocado el cartel de radical a Syriza en todo el globo. Pero en el fondo, mientras un partido trata de buscar una solución al agujero negro al que se ha desterrado a la sociedad griega proponiendo una alternativa, Europa está mirando para otro lado ignorando esta realidad y otra mucho más preocupante: los verdaderos radicales, el partido neonazi Amanecer Dorado, entrarán en el Parlamento. Ellos también se oponen a la austeridad europea y a la intervención. Son considerados un mal menor. Si Europa puede asumirlo se verá pronto.


‘Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. 
Ojalá fueras frío o caliente. Pero porque eres tibio y no eres ni frío ni caliente, estoy a punto de 
vomitarte de mi boca. Dices que eres rico, que has acumulado riquezas y que ya no tienes necesidad 
de nada, pero no sabes que eres un desdichado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por eso te 
aconsejo que vengas a comprarme oro purificado por el fuego, para que te enriquezcas; vestiduras 
blancas, para que te las pongas y cubras tu vergonzosa desnudez, y colirio, para que te lo pongas en 
los ojos y puedas ver
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Se desarrollan con normalidad los comicios cruciales para formar gobierno en Grecia



En medio de acusaciones cruzadas entre el candidato de la izquierda radical Syriza y el conservador de Nueva Democracia (ND), Alexis Tsipras y Antonis Samaras, los griegos tuvieron anoche una pequeña alegría con el triunfo de su selección de fútbol en la Eurocopa ante Rusia. Pero hoy la tensión volvió a dominar el ambiente.

Tsipras, en tanto, ya emitió también su votó pero en el barrio ateniense de Kypseli rodeado de decenas de periodistas.
"Hemos vencido al miedo. Hoy empezamos un nuevo camino. En una Europa que se transforma", respondió Tsipras a quienes auguran la bancarrota de Grecia si gana su partido.
"El futuro es de los que son portadores de esperanza", agregó el político de 37 años de edad.
"El país tiene que tener mañana un gobierno", dijo por su parte el líder de los socialistas (PASOK), Evangelos Venizelos, luego de votar.
"Sólo una amplia coalición, con un gobierno de responsabilidad nacional, puede sacar al país de la crisis y mantenerlo en el euro", reiteró, echando mano a una propuesta que puso en debate durante las últimas seis semanas y que cayó en saco roto por parte de sus principales adversarios.
El tema central de la campaña fue el polémico paquete de recortes que impuso al país la Unión Europea, El Banco Central Europeo y el Fondo Monetraio Internacional, a cambio de rescatarlo del default.
La cuestión central de si Grecia permanece en la eurozona o no, una perspectiva con consecuencias internacionales imprevisibles, fue instalada por los principales medios internacionales, los organismos de crédito y los partidos tradicionales griegos para generar temor con el Syriza entre los votantes.
Al punto que Tsipras debió dedicar gran parte del último tramo de su campaña a explicar que su propuesta "no es la salida del euro", sino renegociar los acuerdos de ajuste salvaje firmados por su país y que sumieron a Grecia en una crisis de proporciones.
Las encuestas muestran un empate entre ND y Syriza, aunque no se espera que alguna formación tenga mayoría absoluta para gobernar en solitario, por lo que seguramente tendrán que formarse coaliciones.
Los comicios son los segundos en seis semanas, porque tras la votación del 6 de mayo los partidos no fueron capaces de cerrar alianzas para gobernar.
Syriza obtuvo el 17% de los votos y quedó inesperadamente en segundo lugar por detrás de ND, relegando a los socialistas de PASOK.
En total están convocados a votar 9,9 millones de griegos y las encuestas estiman que siete partidos conseguirán entrar en el Parlamento. Los locales electorales cierran a las 19 (13 de Argentina) y los primeros resultados se esperan pocas horas después.

Nueva Democracia y Syriza, favoritos en las elecciones griegas


  • Es curioso que para la UE los radicales sean los de #Siryza y no los nazis de Amanecer Dorado que apalean a todo lo que cogen por delante

  • La pesadilla persigue a los griegos en España

    Hoy Grecia celebra sus segundas eleccio nes generales en menos de dos meses y cientos de miles de sus ciudadanos no están llamados a las urnas. Entre ellos, al menos un millar de griegos que viven en España, que tendrán que asistir como lectores, televidentes y espectadores a unas elecciones en las que su país se juega el futuro propio y parte del de Europa. Las leyes griegas no permiten el voto por correo y los helenos hispanos, como los otros cientos de miles de emigrados a otros países, no tienen más remedio que confiar en que los comicios de hoy contribuyan a aplacar una tormenta económica, política e ideológica que amenaza con empapar un continente entero.

    En el primer trimestre de 2012 el paro juvenil –entre los menores de 29 años– alcanzó en Grecia la cifra récord del 52,7% y superó el 60% en el caso de las mujeres. Muchos jóvenes no tienen más opción que reeditar la diáspora griega a destinos tradicionales para ellos como Reino Unido, Suiza y Alemania. En 2011, el número de inmigrantes procedentes de Grecia se disparó en Alemania un 84% y se duplicó en Reino Unido. En ese mismo año, 2.500 ciudadanos griegos emigraron a Australia y otros 40.000, según las autoridades helenas, “han mostrado interés” en emprender el tortuoso proceso burocrático que exige la ley del país para emigrar legalmente. La comunidad griega en Australia, el principal foco receptor fuera de Europa, ya sobrepasa los 300.000 individuos.
    Los emigrantes griegos se manifestaban en Bruselas la semana pasada. (Reuters)
    Pese a las sombrías perspectivas, Alexis no cree que la conflictiva situación griega –que insiste en elevar a la categoría de "europea"– sea el fin del mundo, aunque sí habla de una fractura moral en su generación: "Los jóvenes griegos están enfadados con Grecia", resume. "No tienen una deuda con el país, o eso es lo que ellos creen. Por eso muchos no se plantean volver".
    Paralelismos con España
    Con menos optimismo se expresa Ioannis Mitkas, que lleva 28 años residiendo en Madrid y se considera español aunque, apunta, no siente que está viviendo en el extranjero, sino simplemente “en otra provincia” del continente. “Los que vivimos fuera de Grecia pensamos que es una situación para largo”, explica. “Y más ahora, que está empezando a ocurrir aquí lo mismo que en Grecia hace dos años”.
    Para muchos ciudadanos griegos y buena parte de sus políticos, las condiciones del rescate europeo son sencillamente inasumibles. Con el segundo, de 109.000 millones de euros, el Eurogrupo acordó bajar los intereses desde más del 5% previo al 3,5% y extender de 7,5 años a un mínimo de 15 y hasta un tope de 30 el vencimiento del préstamo. Aun así, Grecia es de momento incapaz de presentar solvencia mientras acomete los recortes en el gasto destinados a la contención del déficit y cumplir con los compromisos financieros adquiridos técnicamente con Bruselas, pero moralmente con Berlín.
    Una pancarta con la imagen de Angela Merkel durante protestas antirrescate. (Reuters)
    Para Ioannis, europeísta convencido, los problemas de Grecia, como los de España, son en parte endémicos y de origen doméstico, pero se están tratando con medidas “comunes a todos” hechas con el molde de las grandes naciones europeas –“en particular con el de frau Merkel”, ironiza–, y no pensando en la viabilidad de la Unión. “Primero fue Grecia, después Irlanda y Portugal y ahora, España”, enumera. “Y si no cambian las políticas, después vendrán Italia y Francia”. La experiencia demuestra, según él, que las medidas tomadas por Europa “simplemente no funcionan”.
    Escuela de frustración
    “Los griegos están muy preocupados, porque no ven que haya una salida al final del túnel, y muy enfadados, porque se les critica mucho pese al esfuerzo titánico que están haciendo”. El veredicto de Ioannis es igual al de sus compatriotas, que coinciden en señalar que la recesión económica se traspone en dramas humanos cada vez más palpables en las calles de Atenas, Tesalónica, El Pireo o Patras.
    Según datos de BBC, el número de llamadas a la línea telefónica de apoyo para potenciales suicidas atenienses se duplicó en 2011, y en lo que llevamos de 2012 son más de 150 los griegos que se han quitado la vida, según el diario local Ekathimerini. La cifra a 1.800 casos en los últimos dos años. Uno de los más significativos fue el de un jubilado de 77 años, Dimitris Christoulas, que se suicidó en la emblemática plaza Syntagma aduciendo que no quería "dejar deudas" a su hija.
    Según Mitkas, la frustración ha hecho presa de buena parte de la ciudadanía helena, que no podrá cumplir con “las condiciones del rescate” pese a las durísimas medidas de austeridad que practica su gobierno. Es algo, dice, que “afecta muy seriamente a nuestras vidas. Un país o un  pueblo puede acometer unas medidas siempre y cuando se le de esperanza; si no, no puede hacerlo. Y se dice que Grecia no cumple pero,  ¿cómo va a cumplir? No puede, simplemente no puede con los intereses impuestos”.
    "Las víctimas son los hijos de los griegos"
    Es lo que piensa Eleftheria, de 29 años. "Nosotros hemos votado durante años a los que nos han llevado a esta situación, y sabíamos lo que estaba ocurriendo". Para esta ateniense afincada en España desde hace más de dos años, "la corrupción no es el único problema de Grecia, pero sí el más importante".
    Escena de las protestas contra los recortes del pasado mes de Febrero en Atenas. (Reuters)
    La crisis económica griega comenzó hace dos años, después de que la nación helena emitiese grandes cantidades de deuda pública para financiar el déficit  hasta alcanzar, a principios de 2010, un volumen inasumible para el país. La confianza de los mercados –y en buena medida, también la de sus socios europeos– se derrumbó al saberse que el gobierno de Kostas Karamanlíshabía ocultado durante dos legislaturas el verdadero valor de la deuda nacional: si el Ejecutivo del conservador hablaba de un déficit del 3,7% en 2009, el posterior Gobierno de Yorgos Papandreu dio a conocer una cifra que sobrepasaba el 12%.

    Deriva al radicalismo
    Un asunto en continuidad, explica, con el súbito repunte de la xenofobia y el discurso antiinmigración que vehiculan partidos como Amanecer Dorado, de perfil neonazi. "Es un  sinsentido", concluye Eleftheria. "Nosotros mismos hemos sido inmigrantes y nunca nos han  tratado así, en ningún país".
    Poco antes de las elecciones de mayo, el portavoz de la formación radical,Ilyas Panayotaros, anunciaba ante los medios que “todos los problemas de Grecia son culpa de los inmigrantes. Son parásitos y criminales. Cuando gobernemos, los deportaremos y blindaremos las fronteras con minas y vallas electrificadas”.
    El líder del partido Amanecer Dorado, Nikos Mihaloliakos, celebra los resultados electorales frente al Parlamento. (Reuters)

    Los radicales, explica Eleftheria, "se aprovechan del miedo", un sentimiento animado irresponsablemente también por los partidos mayoritarios, que "agitan la incertidumbre para que les votemos". El resultado es un extremismo "absurdo y si razón", en palabras de Eleftheria. "Odian, pero no saben por qué odian".

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      Detienen a una asesora de Nueva Democracia por fraude electoral en Grecia

      La asesora del partido conservador Nueva Democracia en una mesa de votación de Lamía, en Grecia Central, fue detenida hoy por haber supuestamente intentado sustituir las papeletas de voto de otros partidos con las de su formación que tenía escondidas en bolso.
      La sospechosa del fraude electoral fue interceptada por un asesor del partido izquierdista Syriza, quien denunció el hecho a la asesora jurídica para diera la orden de detención.
      Según la agencia griega AMNA, el presunto intento del fraude fue constatado también por representantes de los otros partidos.
      En otro incidente durante la jornada electoral en Grecia, unos encapuchados quemaron hoy una urna de votación con las papeletas dentro en un barrio del centro de Atenas.
      La decena de personas, que llevaban la cara tapada con capuchas, prendió fuego a una urna con las papeletas dentro.
      En otro incidente, unos desconocidos lanzaron dos granadas contra el edificio donde se encuentra una cadena de televisión y un diario griego, aunque los artefactos no han explotado.
      Por otra parte, en Salónica, un padre y su hijo destrozaron una urna después de que la asesora jurídica les pidiera que rellenaran el sobre de votación detrás de una mampara, para cumplir la obligatoriedad del secreto de voto que impone la ley griega.




      Los neonazis revalidan su éxito electoral de mayo

      Aurora Dorada es ya el quinto partido, con 18 diputados y se consolida como depositaria del voto de castigo más visceral y desesperado



      Aurora Dorada, el partido ultranacionalista y fascista que sorprendió en mayo al lograr el 6,9% de los votos (y 21 diputados), ha revalidado su éxito electoral con parecido porcentaje de sufragios y 18 escaños, según resultados provisionales. Las encuestas de intención de voto les daban en torno al 5%.
      No importa que uno de sus diputados electos, Ilias Kasidiaris, esté en busca y captura por agredir a una contertulia —también parlamentaria electa— en un programa de televisión, que uno de sus portavoces fuera detenido por tenencia ilícita de armas de fuego; o que otra candidata el 6 de mayo, Themis Skordelli, tenga pendiente un juicio (curiosamente, aplazado por sexta vez para que no coincidiera con las convocatorias electorales) por agresión racista contra tres afganos en septiembre de 2011.
      Es el único grupo de la extrema derecha que mantiene su fuerza
      Aurora Dorada se ha consolidado como depositaria del voto de castigo más visceral y desesperado, y contradice la opinión reinante tras los comicios de mayo de que sus votantes, asustados al comprobar el efecto de su pegada, rectificarían su elección en junio. Es más, Aurora Dorada es el único de los partidos pequeños de la franja de extrema derecha que revalida los resultados de mayo; el resto pierde varios puntos, sobre todo el ultra Griegos Independientes, que logró 33 diputados en mayo, y hoy solo 20.
      En el río revuelto de la crisis griega, los neonazis de Aurora Dorada —rechazan con virulencia el calificativo, pero lo son, como la disimulada cruz gamada que adorna su bandera— han tenido suficiente con echar la caña y esperar. Con un esquema parecido al de los islamistas —una labor de zapa caritativa y social, en barrios y comunidades degradados—, los neonazis se han granjeado muchos apoyos ciudadanos con cursos de defensa personal para mujeres, reparto de comida y ropa —solo a griegos— y patrullas o milicias justicieras —una de ellas, liderada por la encausada Skordelli— encargadas de limpiar Grecia de inmigrantes. Hace dos semanas, el asesinato de un griego en Patras (tercera ciudad griega y gran punto distribuidor hacia Europa de miles de indocumentados) activó su virulenta respuesta, y durante varios días hubo enfrentamientos con policías e inmigrantes.
      Al modo de una especie invasiva, los neonazis han parasitado el nuevo sistema político y amenazan con añadir litros de gasolina al ingobernable Parlamento electoSu ideario es exactamente lo contrario de lo que Europa espera de los partidos prorrescate: no a Europa, no al euro, no a la ayuda internacional, ni en las condiciones del préstamo ni en los planes de ajuste asimilados; autarquía económica, vuelta al dracma y cierre y minado de fronteras para evitar la entrada de indocumentados.

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      Resultados en Grecia. Al 74% de escrutinio, los conservadores de Nueva Democracia obtienen el 30,08% de los sufragios (y 130 escaños); la izquierda deSyriza, el 26,53% (71 escaños), y los socialistas del Pasok, el 12,54% (33 escaños) http://cort.as/2756

      Elecciones en Francia. Recapitulación. El Partido Socialista de François Hollande logra la primera mayoría absoluta en la Asamblea Nacional francesa desde 1981. El ultraderechista Frente Nacional vuelve al Parlamento con al menos dos diputados, aunque su líder, Marine Le Pen, se ha quedado fuera por 118 votos.
      Las falacias de los tiranos y suicidas que defienden el euro
      Porque los euroamantes, eurócratas y eurosuicidas repitan sus viejos mantras para convencer a una población de millones de europeos a esclavizarse a su maquinar totalitaria y central de control político y económico, no van a depurar más verdad que los que defendemos justo todo lo contrario.

      Una mentira, o varias, repetidas mil veces no tiene porqué convertirse en verdad.
      http://www.intereconomia.com/blog/punto-critico/falacias-los-tiranos-y-suicidas-que-defienden-euro-20120617
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      Diez formas de manipulación mediática
      Film "Vivir en el fin de los tiempos" y breve comentario del post recibido y publicado por Olga Marbade en su blog Comunicación y cooperación, sobre el tweet "ONGs y manipulación" que ha ido rebotando de usuario a usuario sin parar. 

      La sobre abundancia de información ejerce un muro de censura informativa hacia otra información que los medios de comunicación escamotean. Las sutilezas de la censura llevan a manipular el lenguaje ocultando la intención. Afortunadamente con la revolución digital y la aparición de Internet la noticia y la buena información puede venir de cualquier internauta por cualquier medio, red social y estar en cualquier blog o web a salvo de la censura y la verificación de veracidad. Algún día las palabras transparentes eficaces y los gestos, cooperarán en un objetivo compartido. Será esencial la dignidad de las personas y querremos crecer sin escondernos en la intención del argumento. Ese día, los ciudadanos no necesitaremos garantías, leyes y normas para penalizar a quienes con la palabra y cualquier acción, estando en posición de dominio con el mejor conocimiento y medios perjudiquen el bien común, pues todos nos ofreceremos en colaborar solidariamente, procurando "La motivación por el progreso y el bienestar del ser humano" como paradigma e ideal, sin la división y exclusión de las personas por cualquier causa.
      VIVIR EN EL FIN DE LOS TIEMPOS by Zizek Slavoj













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      Ser intervenido, ser humillado

      El rescate de países como Grecia estigmatiza a sus ciudadanos

      El empobrecimiento súbito amenaza con crear un clima como el de los años treinta



      El periodista de The Guardian introdujo la pregunta recordando que, en Grecia, las madres no tienen acceso a las comadronas ni los enfermos a las medicinas, y la directora general del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, respondió poniendo como ejemplo a Nigeria. Habló de los niños de la modesta escuela de una aldea que reciben dos horas diarias de clase, comparten un pupitre entre tres y, sin embargo, son conscientes de la importancia de obtener educación. “Estos niños no se me van de la cabeza”, confesó Lagarde esforzándose apenas en disimular el sarcasmo, “porque necesitan más ayuda que la gente en Atenas”.



      Christine Lagarde vino a acusar a los griegos de fraude y corrupción
      Las razones por las que Lagarde respondió con palabras tan agrias aparecen poco después en la entrevista, y obedecen a una lógica que debería ser tomada en consideración si se hubiesen expresado de otro modo. Lagarde se mostraba preocupada por las dimensiones del fraude fiscal en Grecia, insistiendo en que los griegos debían asumir la necesidad de pagar correctamente los impuestos. Por otra parte, reconocía que el Fondo no debe imponer condiciones más suaves a los países ricos que a los pobres para conceder ayuda.
      Las reacciones a las declaraciones de Lagarde no se hicieron esperar, y la práctica totalidad coincidió en que habían sido un error. Nadie, sin embargo, ofreció argumentos precisos de por qué lo eran. La izquierda francesa se limitó a recordar que el estatuto del Fondo exime de pagar impuestos a sus funcionarios a partir de cierto nivel, incluida la directora general. Pero el carácter personal de esta crítica contribuía a poner en sordina otra con un trasfondo político más relevante: el sarcasmo de Lagarde echaba sal en la herida de la que los griegos habían querido dejar constancia en las elecciones del 6 de mayo, votando por los partidos opuestos al plan de austeridad exigido por la troika que componen la Comisión, el Banco Central Europeo y el propio Fondo. Una cosa era que, incapaz de financiarse por sí mismo en los mercados de capitales, el Estado griego se viera obligado a transigir con un drástico plan de austeridad que lo ha sumido en la miseria; otra distinta que, además, se humillase al país y a todos y cada uno de sus ciudadanos acusándolos de fraude y corrupción como vino a hacer Lagarde.

      Alemania desconfía
      de que las naciones cumplan si no
      sienten la soga
      La reacción de los griegos en las elecciones de mayo puso de manifiesto que la intervención es más que un simple mecanismo financiero en manos de la Unión; es también un estigma moral, una letra escarlata que, como en la novela de Nathaniel Hawthorne, las economías europeas más fuertes pueden imponer a las más débiles para expiación de sus pecados. Durante los dos años que Grecia lleva intervenida, los datos económicos no han hecho más que empeorar. La Seguridad Social está arruinada, hasta el punto de que, en efecto, las madres no tienen acceso a las comadronas ni los enfermos a las medicinas. Pero, además, el paro ha alcanzado al 22% de la población activa y al 50% de los jóvenes. Ni siquiera la consolidación fiscal, ese objetivo que la Alemania de Merkel declaró tan arrebatadamente urgente como irrenunciable —primero con el apoyo de Sarkozy, y ahora prácticamente en solitario—, parece estar más cerca. Lo que Grecia recorta en gasto social o en los sueldos de los funcionarios debe emplearlo en financiar la deuda, alimentando el mismo círculo vicioso, exactamente el mismo, que le obligó a solicitar la ayuda europea. Aunque con un efecto colateral cuyas consecuencias se dejarán sentir largos años: la estructura del gasto público sobrepasa la condición de injusta y poco redistributiva para convertirse directamente en aberrante, porque compromete por una o varias generaciones el futuro de Grecia sin resolver sus problemas presentes.
      Las razones por las que Sarkozy pudo apoyar una política de austeridad a ultranza como la que se sigue con Grecia carecen de sentido desde el momento en que su sucesor en El Elíseo, François Hollande, encabeza dentro de la Unión los tímidos movimientos para encontrar una alternativa. Pero las razones por las que lo hace Alemania siguen dando lugar a la especulación. No porque Angela Merkel o el director del Bundesbank, Jens Weidmann, no las reiteren con meridiana claridad tanto en declaraciones a la prensa como en las reuniones comunitarias o internacionales en las que participan. “El Gobierno alemán desconfía de que los países de la eurozona en dificultades hagan lo que tienen que hacer si no sienten la soga al cuello”, afirma Maurici Lucena, economista y ex alto cargo del Gobierno socialista en España. “Quizá tenga razón, pero es una estrategia peligrosa”. El peligro reside en que podría provocar la ruptura del euro pese al resultado de las elecciones griegas del pasado domingo, en las que lo único que quedó claro es que el nuevo Gobierno respetará el plan de ajuste, pero no que el plan vaya a dar mejores resultados que hasta ahora. “El paradigma económico ha cambiado”, concluye Lucena. “Los europeos formamos parte de una unión monetaria, y la sensación de humillación que provoca la intervención procede de que no somos conscientes de la nueva situación”.

      Merkel alega que
      su país hizo ajustes mientras
      otros estaban de fiesta
      Si la intervención conlleva humillación, si se ha convertido en la letra escarlata que las economías más débiles de la eurozona pueden verse obligadas a soportar, es porque se ha ido confundiendo con la amenaza, con la soga al cuello de la que habla Lucena, para conjurar la desconfianza de Alemania hacia algunos miembros de la Unión. Esa desconfianza, de por sí, no es precisamente un gesto amistoso entre socios que aspiran a la integración política y han soñado en ocasiones con una Europa federal. Pero traducida en una perentoria alternativa entre la política de austeridad a ultranza o la cesión de la gestión económica a la troika abandona el terreno de los gestos y se adentra en el de la acción, por lo demás emprendida en abierta contradicción con los procedimientos seguidos por la construcción europea desde sus inicios. La unión monetaria, que era el principal logro de esos procedimientos, de esos novedosos mecanismos de decisión arduamente tejidos en los tratados para formar la voluntad política común de los Veintisiete, se transforma en una ratonera en la que el criterio de los más fuertes se impone por vías de hecho a los más débiles.
      “La intervención implica una devaluación interna”, señala Jorge Fabra, promotor de Economistas Frente a la Crisis, una asociación que, sobre el ejemplo de un movimiento similar surgido en Francia antes de las últimas elecciones presidenciales, pretende combatir la política de austeridad a ultranza impuesta por Alemania. Para Fabra y Economistas Frente a la Crisis, existen alternativas de política económica que no se consideran porque, en realidad, la Unión es hoy el escenario de una lucha entre quienes quieren profundizar el modelo de convivencia social que representa el Estado de bienestar europeo y quienes se proponen desmantelarlo o, al menos, reducirlo. Devaluación interna, según Fabra, significa “privatizar servicios públicos y recortar los gastos sociales”, coincidiendo con una coyuntura que los hace más necesarios que nunca. La humillación que experimentan los países forzados a elegir entre la política de austeridad a ultranza y la intervención procede de que ambas opciones vienen impuestas desde fuera y de que compromete por igual a todas las fuerzas políticas tradicionales, privando de valor a las preferencias que los ciudadanos expresan en las urnas. El europeísmo de la socialdemocracia se vuelve entonces en su contra, y los conservadores, por su parte, se ven desbordados por los partidos populistas y de extrema derecha.

      La austeridad o la
      intervención se ven como imposiciones del exterior
      En la década de los treinta del pasado siglo, las devaluaciones competitivas buscaban deliberadamente provocar la ruina del vecino en beneficio propio. No se puede decir que ese sea hoy el objetivo de la política de austeridad a ultranza impuesta bajo la amenaza de la intervención, pero sí la consecuencia inevitable de las abismales diferencias que soportan los Estados de la eurozona para financiar su deuda, constreñidos a aplicar esa única política. Merkel alega en su favor que hace una década, cuando la mayor parte de los países de la eurozona se entregó a la fiesta que cebó la burbuja financiera, los Gobiernos alemanes asumieron la política de austeridad que ahora reclaman al resto de los socios y que acabaron dando los resultados que están a la vista. Nadie duda de la autoridad moral que los Gobiernos alemanes ganaron para hacerse escuchar en la gestión de la crisis, pero cabe preguntarse si no la estarán perdiendo al mantener la moneda única al borde del abismo y consentir el empobrecimiento súbito de las economías más frágiles de la eurozona. Primero, porque, de acuerdo con la expresión de Fabra que ilustra la misma preocupación de Lucena, “se pueden producir accidentes”, ya que no es lo mismo perseguir la consolidación fiscal en el contexto económico de entonces y en el de ahora, ni es indiferente el ritmo que se le quiera imprimir. Segundo, porque la política de austeridad a ultranza está desencadenando procesos económicos y políticos en los países con dificultades para financiar su deuda de los que Alemania no puede desentenderse. Ni por el interés de Europa, ni por el suyo propio.
      “La política de reducir a Alemania a la servidumbre durante una generación, de envilecer la vida de millones de seres humanos y de privar a toda una nación de felicidad”, escribió Keynes en 1919, “sería odiosa y detestable, aunque fuera posible, aunque nos enriqueciera a nosotros, aunque no sembrara la decadencia de toda la vida civilizada de Europa”. Pese a las advertencias, las potencias vencedoras de la Primera Guerra Mundial optaron por seguir reclamando a Alemania las reparaciones contempladas en la literalidad del Tratado de Versalles, dejando a sus Gobiernos sin margen para adoptar otra política económica que la que les venía impuesta desde fuera. El sentimiento de humillación que se apoderó entonces de los alemanes no es distinto del que está empezando a fraguar ahora entre algunos europeos, por más que las situaciones de partida no sean comparables y el papel de unas potencias y otras se haya invertido. Grecia es un país pequeño, no una potencia mundial como lo era ya entonces Alemania, y se da por descontado que las consecuencias políticas que desencadenen las decisiones económicas para combatir la crisis no pueden representar una amenaza. Pero después de Grecia han caído Irlanda y Portugal, y puede que en un plazo breve les siga España y quién sabe si Italia, confirmando que la política de austeridad a ultranza no da resultados o no lo hace a la velocidad necesaria. Ni siquiera para conjurar la amenaza de la intervención.
      En La letra escarlata, de Nathaniel Hawthorne, Hester Prynne es condenada por un tribunal público a llevar sobre las ropas una marca que recordase de por vida su pecado. Solo que el hombre con el que fue infiel a su marido resultó ser Dimmensdale, un reverendo de conducta hasta entonces ejemplar que se mantuvo silencioso e indiferente al sufrimiento de Hester Prynne mientras esta intentaba sobrevivir estigmatizada en la puritana sociedad inglesa del siglo XVII. Dimmensdale se creyó a salvo del escándalo, pero al pasar el tiempo, la misma marca que Hester tuvo que llevar sobre sus ropas, la misma letra escarlata que arruinó su vida por haber pecado, comenzó a dibujarse sobre la piel del reverendo.






      El resultado en Grecia supone una amenaza

      Efectivamente los medios escamotean el resultado. Esta cultura dominante y asfixiante tergiversa el sentido de las cosas para seguir sometiendo a los ciudadanos del mundo.
      Estaba comentando en otros medios el resultado que ha habido con una abstención, votos nulos y/o en blanco de más del 40% en un país de 9,8 millones de votantes de una población de 11 millones, que suponen 3,9 millones de votantes que suman más que el la derecha y los socialistas juntos que solo han obtenido 2,56 millones de votos, que es el 26,10 % del censo de votantes. Este resultado significa entre otros, que los ciudadanos griegos han abandonado su destino a la suerte, no a la participación responsable como sus ancestro que dieron origen a la civilización y a la polis de la Democracia.
      El impacto del 40% entiendo, supone una amenaza latente de resistencia convencional de los ciudadanos y un recogimiento a resolver los propios problemas al margen de la sociedad. Esto es uno de los objetivos de la cultura dominante, aislarnos para neutralizarnos. Resulta, que no podemos ser autosuficientes en cuanto necesitamos de todo, consecuente y necesariamente necesitamos tener confianza en nosotros mismos y los demás para poder progresar.
      Alberto del blog Principia Marsupia, ha publicado un acertado post: “Las consecuencias de las elecciones griegas son muy diferentes a las que pronostican los grandes medios”, que reproduzco seguido:
      Si echáis un vistazo a las portadas de los periódicos de hoy, encontraréis titulares del estilo: “Los partidarios del rescate ganan las elecciones en Grecia” o “Los partidos proeuro logran la mayoría en el Parlamento griego”. En las columnas de opinión, los resultados de las elecciones se están vendiendo como el fracaso del SYRIZA, el partido de izquierda que proponía una renegociación profunda de los acuerdos de austeridad.
      Los conservadores de Nueva Democracia obtuvieron 129 diputados, los socialistas del PASOK 33 y SYRIZA 71. Juntos, Nueva Democracia y PASOK suman 162 diputados, por encima de los 150 necesarios para la mayoría absoluta.
      Según estos números, los titulares son correctos. Pero observando la situación griega con detalle, yo creo que las consecuencias de las elecciones serán bien diferentes a las que los medios pronostican.
      Permitidme explicarlo:
      A las 9 de la noche de ayer, Venizelos, el líder del PASOK, anunció que sólo aceptaría formar parte de un gobierno con Nueva Democracia si SYRIZA está también incluida en la coalición. Venizelos se estaba tirando un farol: él sabe que no tiene más remedio que entrar al gobierno y que SYRIZA no va a aceptar.
      Lo interesante es preguntarse por qué Venizelos se lanzó con esas declaraciones.
      Durante los próximos meses, SYRIZA va a tener muchísima visibilidad al convertirse en el principal partido de la oposición. En ese periodo, la economía griega va a seguir decreciendo y las medidas de austeridad continuarán provocando un sufrimiento humano terrible en la población griega. Si SYRIZA no comete errores de bulto y controla las luchas internas, su popularidad seguirá en aumento. Mientras, el nuevo ejecutivo acabará arrollado por la crisis (como lo han sido todos los gobiernos de los países en problemas). Venizelos lo sabe y por eso está acojonado de entrar a la coalición de gobierno.
      Nueva Democracia ha basado la campaña en “políticas de crecimiento”: bonitas promesas para una campaña electoral pero imposibles realidades en la situación actual.
      En el voto de ayer también pesó el miedo infundido por la UE y el FMI. En las últimas semanas lanzaron mensajes varios sobre “la salida de Grecia del euro si el gobierno elegido no cumplía con la austeridad”. Llegará el momento en el que los griegos comiencen a preguntarse: ¿qué precio social estamos dispuestos a pagar por mantenernos en el euro? En ese momento, la UE y el FMI perderán su poder de influencia.
      En unos pocos meses los partidos tradicionales se habrán ahogado ellos solos y las elecciones de ayer serán vistas como un gran triunfo de SYRIZA.
      Fuente: blog Principa Marsupia
      Images Google

      http://www.rebelde-sinpausa.blogspot.com.es/


      ‘Conozco tus obras. En apariencia 
      estás vivo, pero en realidad estás muerto. Ponte alerta y 
      reaviva lo que queda y está a punto de morir, pues tu 
      conducta delante de mi Dios no ha sido perfecta. 
      Recuerda de qué manera recibiste y escuchaste mi 
      palabra; cúmplela y enmiéndate. Porque si no estás 
      alerta, vendré como un ladrón, sin que sepas la hora en 
      que voy a llegar.




      La película de la semana: V de Vendetta


      http://www.sincroguia.tv/programas-tv/la_pelicula_de_la_semana_v_de_vendetta_16841343.html


      file:///F:/documentos/EU-chief-warns-democracy-disappear-Greece-Spain-Portugal.html


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