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martes, 30 de octubre de 2012

CARTAS DE LA INDIGNACIÓN



COSAS  DE OTROS

Un joven bastante allegado a mí me ha enviado un e-mail con el ruego de que incluya sus reflexiones en mi blog, a fin de darlas toda la difusión que me sea posible. Esta persona, que hace poco cumplió los 30 años, lucha como tantos otros por abrirse paso en el dificilísimo mundo laboral de nuestros días. Tras unos primeros años prometedores, luego vinieron regulaciones de empleo, cambios de trabajo, empeoramiento de condiciones laborales, bajadas de salario y desempleo. En su caso, la cualificación profesional, e incluso la experiencia de varios años, no le han ayudado demasiado. Como él, decenas de miles de chicos y chicas bien preparados y con ganas de trabajar, se han topado bruscamente con una de las caras peores de la crisis: el paro y la degradación de las condiciones de trabajo. Al mismo tiempo que pugna por encontrar una salida digna a sus aspiraciones profesionales, contempla la realidad social y económica que nos rodea, observa muchas mentiras y contradicciones, y se indigna ante el enfoque engañoso que se pretende dar a ciertos aspectos de la vida real. En mi opinión, no le falta razón. Sin más preámbulos, paso a transcribir su escrito.
“Estoy harto de escuchar y leer a muchos políticos, periodistas y ciudadanos cómo equiparan lo público con lo gratuito, como si fueran sinónimos. Es un gran ejemplo de falacia autocumplida: de tanto repetir que lo público es gratis, la gente se lo acaba creyendo.
Parece como si el dinero público lo generara el Gobierno, las comunidades autónomas o los ayuntamientos, o que saliera de la nada, o quizás de los bolsillos de los políticos. No se dice tan a las claras, pero indirectamente te van metiendo esa idea en la cabeza, es algo que te vas creyendo, hasta que un buen día ves en el impreso de matrícula de un módulo de grado superior lo que realmente cuesta el módulo, y lo que te va a “regalar” la comunidad de Madrid, para justificar que ahora tengas que re-pagar 200 euros de tu bolsillo y encima lo hagas con gusto.
Y aquí nos encontramos con uno de los problemas de fondo de esta gran falacia que se esconde tras la crisis. El dinero público sale del dinero de nuestras nóminas, del IVA de los productos que compramos, de nuestras declaraciones de la renta, de la gasolina que repostamos, etc… y se utiliza para que exista un sistema público, el Estado en una palabra, que asegure la igualdad de todos los españoles en sanidad, educación, servicios sociales, cultura, etc.
Los ciudadanos elegimos cada cierto tiempo a unos señores en las urnas para que gestionen ese dinero público que ha salido del bolsillo de todos, y, como a todo gestor se les da un sueldo más que digno para desarrollar esa función, no lo hacen gratis en absoluto. La crisis viene en gran medida porque esos gestores han gestionado mal nuestro dinero (cuando no se han beneficiado directamente de él), dinero proveniente tanto de gente de derechas como de izquierdas, de nacionalistas o apátridas, de todos los que en definitiva pagan sus impuestos en España.
Esto es algo así como si tuvieras unos ahorros y contrataras los servicios de un gestor privado que invirtiera tu dinero para que esté, cuanto menos, seguro e incluso que aporte algunos beneficios. Y al cabo de unos años te encontraras con que el gestor ha hipotecado tu casa, ha pedido créditos a diestro y siniestro, y te tienes que hacer responsable de tan nefasta gestión, porque eres tú mismo el que va a pagar sus errores.
Esto va mas allá de las ideologías. Se trata de una simple cuestión de buena administración. Nosotros no hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, sino que simplemente se nos ha dado a entender que podíamos vivir así, que no había motivo para preocuparse porque nuestro dinero estaba en buenas manos. Parecía normal que todas las capitales de provincia pudieran exigir una estación del tren de alta velocidad, un aeropuerto, una gran ciudad de la cultura, unas largas autovías subterráneas, etc., porque había dinero de sobra, cuando la cruda realidad es que era mentira, que había que pedir cuantiosos créditos para gestionar promesas que solo pretendían ganar elecciones.
En resumen, resulta que el dinero de nuestros impuestos no era suficiente, y que estos pésimos gestores de lo público han ido pidiendo fondos prestados para ir ocultando la mala gestión que se ha hecho de nuestro dinero público. Todo se ha destapado, pero ¡no hay responsables!, sino que nos hacen creer que la culpa es del ciudadano, que no podemos vivir a costa del Estado, que un universitario debe pagar el doble de lo que venía costando su matrícula en años anteriores, que los parados no deben “mamar de la teta” del Estado sin “nada” a cambio.
Lo que expongo es independiente de que el gobierno sea de derechas o de izquierdas. No se trata de cuánto tiene que ocupar “lo público” en la vida de la nación, sino que, tenga la dimensión que tenga, debe gestionarse bien PORQUE ES NUESTRO DINERO, no el de los políticos. Si un partido político liberal quiere reducir lo público, debe decirlo sin ambages en su programa electoral y, si gana las elecciones, debe hacerlo impecablemente bien, sin que queden en el debe de los ciudadanos deudas que no se puedan pagar. Y lo mismo debería ocurrir con un gobierno progresista/ socialista.
No nos dejemos engañar, nosotros (los ciudadanos) somos los dueños del dinero, y ellos (los políticos electos) los gestores contratados para hacer buen uso de él. Sólo pido que no se diga que lo público es gratis, o incluso subvencionado por el Estado. La realidad es que está sufragado por todos y cada uno de nosotros, porque así lo hemos querido. Si se quieren cambiar las cosas, que se cambien por mayorías amplias, pero llamando a las cosas por su nombre, sin mentiras.”
          Hasta aquí el comentario que me traslada este joven. No quiero añadir nada más, a excepción de subrayar otra falacia a la que nos tienen muy acostumbrados los políticos y gobernantes del PP, y es la idea absurda e infame de que lo público está, “por definición”, mal gestionado y que la iniciativa privada siempre es más eficaz y rentable. Rentable, ¿para quién? Ya he hablado de esto en otros posts de mi blog, y he dejado bien claras mis posiciones al respecto.


http://elmiradordedonfrenando.wordpress.com/2012/09/22/carta-de-un-joven-indignado/

EXTRAVÍOS: Ni de izquierda, ni de derecha:  


Ni de izquierda, ni de derecha

   
   Hace tiempo que pienso que los lemas y los eslóganes que leemos en las manifestaciones son el alimento ideológico de los perezosos. Sus argumentos campanudos y rimas de villancico no soportarían la menor tentativa de un análisis semántico medio serio. Con todo, su mayor delito consiste, la mayoría de las veces, en la demagogia o en la simplificación, y solo en casos más graves incurre en un crimen mayor: el de la falacia. 
    Un caso de esta especie ha sido el detonante de este artículo. Se trata de un lema que ya hizo fortuna en su día, durante las primeras revueltas de los indignados, y que ha vuelto a surgir recientemente con motivo de las reivindicaciones a favor de los servicios públicos. Dice así:

    "No somos de izquierda ni de derecha. Somos los de abajo y vamos a por los de arriba".

    Difícilmente podría encontrarse un ejemplo más flagrante de oxímoron encubierto, de aporía sofística, de lógica auto cancelada... En la primera frase se dice alegremente (este artículo mostrará por qué esta afirmación es imprudente), que el sujeto, es decir, el "nosotros" implícito de la oración, no se enmarca ideológicamente en ninguno de los lados del espectro político al uso. Pero a continuación, y sin mayor empacho, lanza un órdagoque le inserta, irrevocablemente, en el filo siniestro del mencionado espectro, es decir, en la izquierda más extrema. Pues solo quienes profesan esta ideología, ya sea en forma de comunismo, anarquismo, sindicalismo o cualquier otro -ismo de más moderno cuño, considera comoaxioma innegociable que la sociedad está verticalmente partida en dos estratos: el de abajo, conformado por los trabajadores, los obreros, los pobres o, genéricamente, "el pueblo"; y otro estrato, el de arriba, formado por una élite corrupta de jerarcas y capitostes a los que se aúna bajo el término "opresor". Y es que, si bien la derecha no hace ascos a una jerarquía dinamizada por el mérito de los individuos (si es rígida hablaríamos de absolutismo o de fascismo), su estructura piramidal es harto más compleja que la de la consigna puesta aquí en entredicho, y sus miembros inferiores no miran a los superiores con el deseo de hacerlos tambalear, sino de llegar a codearse con ellos. Así pues, y terminando nuestro análisis, lo que viene a decir la consigna, una vez desenmascarada, sería algo como: "No somos ni de izquierdas ni de derechas. Somos de izquierdas". Un suspenso en lógica y otro en ética. 
    Pero, ¿acaso es posible, yendo más allá del buen uso de la lógica aristotélica, no ser de izquierdas ni de derechas? Pese a que más de un todólogo contestaría que tal cosa es una ventolera, aduciendo que toda actitud es encuadrable en alguna coordenada del espectro político, lo cierto es que es posible no ser ni rojo ni facha, o sea, no sentirse identificado con ninguno de los arquetipos paridos en la histórica Asamblea de la Francia revolucionaria y, pese a todo, no ser un cínico ni un nihilista. Pues resulta que, aun dando por sentado que el omnipresente espectro condense el cien por cien de las opiniones, gestos y actitudes delhomo politicus, nadie ha probado todavía la hipótesis de que el hombre sea reductible a su dimensión laboral y económica y que deba, por tanto, regir sus acciones y pensamientos según tales parámetros, como tantos politiqueros nos invitan a hacer.
    Pero no he de adelantarme a mis conclusiones. Pues antes de nada es preciso que dibuje, a través de mi propia visión de los hechos, las razones por las que puedo considerarme, con toda propiedad (y al contrario de quienes enarbolan el taimado estribillo), como habitante de ese limbo al que algunos izquierdistas, y más de un derechista timorato, dice pertenecer cuando siente en su moral el peso de las muchas etiquetas que le imponen.

    Al grano...

    ¿Por qué no soy de izquierdas?

    Porque no creo en el ideal futuro que propone como meta de la sociedad, que oscurece con su sombra cualquier presente, redudiéndolo a cenizas en una jadeante carrera por alcanzar un Bien abstracto y sin rostro, que no es más que una entelequia fabricada a la medida de una mente estrecha.

    Porque, practicando el exabrupto y la ferocidad dialéctica sin tregua, se ha hecho con el monopolio del discurso moral dominante, forzando a las personas de ideología opuesta a ocultar sus principios para no ser despreciados o etiquetados como fachas. Porque, en su sector más zurdo, es terriblemente maniquea, y segrega a las personas en castas según su cuenta corriente o su postura ideológica, no dejando espacio para las medias tintas: o eres de arriba, o eres de abajo.

    Porque, aunque diga aspirar a un mundo libre de opresores, solo vive y respira en presencia de su opuesto, y se anula a sí misma cuando carece de un enemigo contra el que luchar. Porque no sabría qué hacer con la libertad si la obtuviese. 

    Porque no creo que ser consciente y solidario implique estar siempre ceñudo e indignado, llegando al extremo de considerar sospechoso a todo aquel que, "con la que está cayendo", se dice a sí mismo feliz y satisfecho. Porque, desde esta óptica siniestra, nadie podría ser dichoso hasta que no lo sea el último microbio del planeta.

    Porque aboga más por la exigencia de derechos, siempre a base de denuncias y de gritos, que por la aportación a través de los deberes, educando a sus hijos en la idea de que el mundo está en deuda con ellos nada más nacer, y llegando al despropósito de considerar que la desdicha de los individuos es achacable en buena medida al Estado.

    Porque confunde los derechos naturales (derecho a la vida, derecho a la libertad de expresión, derecho de culto) con los derechos adquiridos(derechos sociales y derechos laborales), incurriendo en la falacia de afirmar que una subida de veinte céntimos en el bono de transporte o el incremento de la edad de jubilación atentan contra la dignidad humana.

    Porque es dada al colectivismo, entendiendo a la sociedad como un ente con sustancia de individuo, y llegando, en casos incurables, a creer que "el pueblo" nunca se equivoca. Porque aboga por las acciones en masa de carácter coreográfico y, en su versión más radical, por un igualitarismo fanático que va en detrimento de la autorrealización de los individuos, que es el verdadero y único motor de la evolución de las sociedades.

    Porque, como corolario del punto anterior, entiende que los pueblos progresan a través de acciones orientadas a lo externo y colectivo, como son el incensante parcheo legislativo o la reforma crónica de las instituciones, e ignora que el resorte último del progreso (que no de las revoluciones) descansa en la conciencia particular de los sujetos, sin distinción alguna de su extracción social o sesgo ideológico.

    Porque, en sus facciones socialista y socialdemócrata, consuma el laicismo al precio de borrar toda huella de trascendencia en el alma humana, mientras que en su versión post-moderna (movimientos alternativos y contra-culturales, ecológicos y feministas) promueve una espiritualidad de jardín de infancia, obtusa y sensiblera, que busca la Unidad en algún tipo de comunión social o ecológica.

    ¿Por qué no soy de derechas?

    Porque no creo en su pesimismo antropológico, según el cual el hombre es incapaz de trascender su egoísmo natural, infiriendo de ello que la única forma de regular la sociedad es mediante la represión dictatorial (fascismo), o mediante el libre albedrío de unos individuos-comerciantes (liberalismo), que habría de dar lugar, según la famosa teoría de Adam Smith, a un bien global como resultado del egoísmo de las partes.

    Porque, malentendiendo el principio hegeliano de conservación, que busca actualizar la herencia histórica en el presente, convierte tradiciones en sacramentos de orden nacional, pasando por encima de toda consideración ética (como en el caso de la tauromaquia), o por encima de toda lógica y raciocinio (como en el caso de su noviazgo con la Iglesia).

    Porque educa a las personas en la idea de que el mundo es una guerra, donde cada uno gana en función de su esfuerzo, ignorando el factor de azar inherente a la existencia y penalizando el fracaso. Porque da a entender que, en última instancia, mi éxito depende de saber cuándo ha llegado el momento de pisar al otro.

    Porque glorifica la manida e irrisoria figura del "emprendedor", del "hombre hecho a sí mismo", siempre reducido al ámbito de la empresa y de los negocios, delatando así su convicción de que la autorrealización de las personas es proporcional al capital que acumulan, y llegando al extremo de considerar nociva cualquier forma de subsidio o de ayuda económica por parte del Estado.

    Porque, en lugar de promover la libertad auténtica, que consiste en desapego a los deseos y las necesidades, proclama una libertad impostora cuyas premisas son la propiedad privada y el poder adquisitivo.

    Porque empobrece el concepto filosófico de individualismo, embutiéndolo en un contexto económico y capitalista, y forzando, a todos aquellos que desean ir más allá de su egoísmo, a la búsqueda de algún dudoso bien colectivista.

    Porque no se saca de la boca la palabra "competitividad", a la que considera como el valor por excelencia de toda nación moderna, cayendo en el absurdo de creer que todos los países pueden, simultáneamente, importar menos y exportar más que los demás, en lugar de comprender que tal programa nos aboca ad aeternum a un carrusel de expansiones y recesiones.

    Porque, debido a su fijación por la competitividad, y midiendo siempre el progreso por índices económicos globales, no quiere ni oir hablar de propuestas de "decrecimiento". Porque, en línea con ello, su conciencia ecológica solo se activa cuando ve amenazada su supervivencia.

    Porque, aunque dice abanderar los valores de la Iglesia, su religiosidad es postiza e hipócrita, abrazando los ritos solo porque confieren unidad cultural a la nación, y perpetuando con ellos creencias irracionales y dogmáticas.

     ¿Por qué no soy ni de derechas ni de izquierdas?

    Porque ambas son solidarias de una concepción del hombre fragmentaria y mezquina, según la cual los garantes de la felicidad humana son las condiciones materiales, sociales y económicas. La izquierda, de mentalidad subsidiaria, apostando por una sociedad donde las necesidades básicas se encuentren garantizadas por un Estado benevolente, cuyo carácter no-opresivo redundaría de forma automática en la libertad y la realización de los individuos. La derecha, con su mundo en forma de tablero de ajedrez, porque cree que la ocupación más digna del hombre ha de ser la de ganarse su sustento a través del esfuerzo y la optimización del beneficio y, en casos de excelencia, coronando su mérito con algún tipo de reconocimiento social. 
    Porque ambas son, cada una a su manera, esencialmente materialistas, al creer que el alma humana se colma mediante bienes materiales, ya sean estos otorgados por el Estado (izquierda) o alcanzados por el individuo (derecha). Porque, en definitiva, son enteramente miopes a la dimension existencial y espiritual del hombre, abocándolo a un mundo sórdido y prosaico, donde el ciudadano más digno es, para la una, el incansable activista que reclama sus derechos y, para la otra, aquel que consigue un chalet con piscina y un título nobiliario.

    Por supuesto, no faltarán quienes busquen adscribir este desmarque mío, esta toma de distancia, dentro de algún -ismo, ya sea uno conocido o cualquier otro inventado para la ocasión. Para la izquierda, en su afán maniqueo de etiquetar como enemigo todo cuanto no es ella, quien comulgue con lo escrito no será más que otro facha que niega su ascendencia, o un egoísta insolidario, ciego e indiferente ante los males que azotan a la humanidad. Para la derecha, más benévola con los neutros, será nada más que un excéntrico, un espíritu libre, un alma ingenua y bella... 
    Pero, ¿es que queda todavía algo que hacer, una directriz a que atenerse, para quien rehúsa aprisionarse dentro de los estándares vigentes y que, para colmo, se niega a bautizar su credo con neologismo alguno? Si alguien me hiciera esta pregunta, le respondería con el silencio, que es el más sabio y elocuente de los discursos. Y si me obligara, a fuerza de insistencia, a explicarlo con palabras, le aconsejaría leer Carta a un joven indignado, donde se perfilan algunos de los rasgos de quien ha trascendido la condición de homo politicus; esa losa impuesta por los encorbatados doctores del hemiciclo, pero también por los voceros de la plaza, los llorones y los quejicas de la pancarta en alza. Y si la persona con quien hablo fuera uno de esos perezosos que se contentan con leer eslóganes y graffitis, le regalaría con gusto su retruécano, y le diría que más allá del velo dormita algo invisible y misterioso, algo sin nombre que nos constituye como humanos: ese Silencio que sopla cuando el estruendo hace una pausa, al que tanto miedo tiene, y del que nada quieren saber ni la derecha, ni el centro, ni la izquierda.

   


http://www.youtube.com/v/kZKRnX9CK6k&rel=0&hl=en_US&feature=player_embedded&version=3


Monografías generales

Carlos Taibo. En defensa del decrecimiento: sobre capitalismo, crisis y barbàrie. (2011) Editorial la catarata. Madrid.

Abadía, Leopoldo. La crisis ninja y otros misterios de la economia actual. (2010) Editorial Espasa.

Monografías específicas

Carlos Taibo. Nada será como antes: sobre el movimiento 15-m (2011). Editorial la catarata. 

Andrés Ramos Palacios. Carta a un joven indignado. (2011) Mandala Ediciones.

Artículos de revista

De la Fuente, S. ¿Indignados o comprometidos? (23/02/12) Spectrum Magazine.


Sainz Borgo, Karina. Vargas Llosa critica a los indignados y a la “democracia de la calle”. (16-05-2012). Vozpópuli.


Comentario

El movimiento indignado es un tema que ha dado mucho de que hablar y ha recorrido mundo; ¿contra qué protestan?, ¿es un movimiento pacifico como dicen?, ¿quién demuestra menos violencia?, estas son solo tres de las preguntas que más se oían hace unos meses. 

Con las cuatro monografías y los dos artículos de revistas científicas mencionadas más arriba podemos fijar-nos en que este movimiento constituye un fenómeno de gran significación social y valor emotivo, para algunos carente de un marco teórico consistente y abocado y para otros simplemente adecuado a la situación y el momento.

Todo el movimiento viene erradicado por la actual crisis económica de la cual nos hablan Carlos Taibo y Leopoldo Abadía en las monografías generales. Podemos hablar de crisis Ninja, decrecimiento o barbarie, pero que nos encontramos en un momento difícil es algo en lo que coincidimos todos. Los desalojos, despidos y la subida de precios empezaron a remover un movimiento individual que se fue globalizando según nos dice Andrés Ramos Palacios. De ahí que surgiera el movimiento que hoy denominamos 15-M y el pensamiento de “nada será como antes” del que tanto habla Carlos Taibo en la monografía específica citada más arriba. Como dice el autor, “poco sé de lo que el futuro nos va a deparar. Aunque los escépticos predominan, bueno será que subrayemos que el 14 de mayo no dábamos un duro por las movilizaciones que se anunciaban. Que lo vamos a tener difícil –ya lo he señalado- es evidente. Casi tanto como que se abre un escenario nuevo, claramente mejor que el de antes de ayer.”

Como en cualquier tema hay gente a favor y hay gente en contra de este movimiento y otros que simplemente pasan del tema. Pero en la sociedad en la que vivimos, eso no es nada nuevo.
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SINOPSIS

Carta a un joven indignado es un ensayo social y filosófico nacido como respuesta personal al movimiento 15-M. Está dirigido tanto a su vertiente más popular como a su vertiente ideológica, representada por Democracia Real Ya y demás grupos adheridos. Adoptando la forma de una carta dirigida desde el extranjero a un joven indignado, la intención principal del escrito es la de hacer explícitas algunas de las ideas que alientan el movimiento 15-M, cuestionándolas desde un punto de vista crítico. No obstante, y pese al tono de rigor, no se trata de una censura del movimiento sino de una aportación constructiva y una inyección de ideas a lo que, desde el punto de vista del autor, constituye un fenómeno de gran significación social y valor emotivo, pero carente de un marco teórico consistente y abocado, por ello, a la esterilidad y la pérdida de rumbo. Los temas tratados presentan una enorme heterogeneidad, inscribiéndose en materias tan variadas como la historia, la psicología evolutiva, la sociología o la filosofía; no obstante, puede decirse que todos ellos se apoyan en un mismo zócalo: el cuestionamiento de la eficacia de una estrategia basada exclusivamente en el «ataque al sistema». Como se explica en la carta ―para lo cual se hace uso de una documentación extensa―, dicho abordaje resulta parcial e insuficiente, pues se encuentra condicionado por una herencia ideológica caduca que pasa por alto el requisito de todo cambio social profundo y duradero: el de una revolución llevada a cabo en el ámbito individual.
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lunes, 29 de octubre de 2012

CACIQUISMO EN GALICIA



El poder del miedo en los pueblos gallegos

Cuando se pronuncia la palabra caciquismo en Galicia, una sonrisa aflora en la cara de sus habitantes. Una mueca de complicidad, de secreto a voces y de «si yo te contara». No se podría esperar otra cosa de una comunidad donde hay muchos alcaldes que llevan en su cargo más tiempo que la propia democracia. Esto en sí mismo, que sean votados y elegidos una y otra vez, debería ser motivo de orgullo, pero no siempre lo es.
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Laura RUIZ
El marco en el que se desarrolla la sucesión de legislaturas en el poder siempre es el mismo: pueblos pequeños, de menos de mil habitantes la mayoría, con población muy dispersa y envejecida. Municipios en los que todos se conocen, se crean alianzas o enemistades. Donde la información y las nuevas ideas no llega de la misma manera que en las grandes ciudades. Donde no se hace campaña electoral, ni mítines ni carteles, y donde las personas no votan ni a un programa electoral ni a un partido político, sino a una familia.
Es el caso de Ramirás, una población ourensana donde su alcaldesa lleva desde 1975 en el poder. «Nunca me interesó la política, accedí al cargo más que nada para suceder a mi hermano», confiesa Pilar Otilia López  impasible cuando se le pregunta sobre qué siente al ser la mujer que más tiempo lleva al cargo de un ayuntamiento en el Estado español. Aunque ella reconoce que fue un guiño del gobernador de turno a la familia López, esto no explica el porqué en las siguientes elecciones obtuvo una y otra vez mayorías absolutas con el PP.
Xosé Manuel Mendez Gayo, líder del BNG en Ramirás, da una de las claves para entender: «Ellos juegan con el factor miedo: si te presentas con otra candidatura te apagan la farola de enfrente de tu casa, si criticas su gestión ya no te contratan para limpiar el monte o incluso algunos ancianos creen que si doña Pilar no sale, les quitarán su pensión». Otro de los integrantes de la formación añade que hubo muchas denuncias porque a los ancianos de la residencia del municipio les llevaban a votar y les cambiaban la papeleta del sobre por una del PP y que esos días acuden muchas personas empadronadas en el pueblo que ni si quiera viven en el Estado porque les han prometido que si votan por el partido de López, seguirán recibiendo ayudas y pensiones no contributivas. Ante estas acusaciones, la alcaldesa solo responde que «eso es porque las cosas están revueltas en general» y que «no le preocupa ninguna de las acusaciones».
Otro alcalde al que tampoco le quita el sueño las denuncias de la oposición es el de Beade. Senén Pousa, que lleva en el cargo imbatible desde 1974, es conocido en la provincia de Ourense por una misa que hace anualmente a Franco, por el «Cara al sol» que lleva como tono de móvil y por llevar la contraria a la evolución del mundo en los 80 cambiando el nombre de la vía principal por el de calle del Caudillo. Ley de Memoria Histórica a parte, los socialistas del municipio se quejan de que el alcalde no convoca plenos, no les cede espacios públicos sin uso para mítines y que considera la instalaciones públicas como propias. «No le deja la llave del polideportivo a nadie, se está pudriendo», asegura Miguel Ángel Carreiro, secretario general del PSdeG en Beade. Desde la agrupación se pide que se limite el mandato a dos legislaturas para evitar que se perpetúe en el poder. «Es una cuestión más de familia que de partido. Si mañana Pousa se presenta por Falange, todo el mundo le votaría igual», asegura Carreiro, que insiste en que la sucesión está más que asegurada: el primer teniente de alcalde es su hermano y la segunda teniente de alcalde su nieta.
La población en el exterior, clave
Aunque parezca una situación muy concreta, no hace sino repetirse por toda Galicia. De hecho, una cuarta parte de todas las personas empadronadas en el Estado español que viven fuera, 380.000, están inscritas en municipios gallegos. Entre ellos destaca Os Blancos, en Ourense. Se hizo famoso a primeros de año al ser uno de los municipios gallegos que primero pidió ser rescatado por la Xunta y por líos de censo en las elecciones de 2011. Dice un dicho popular, que en Galicia votan hasta los alcaldes.
El actual alcalde, José Manuel Castro, se presentó como independiente en las últimas votaciones por problemas en su antiguo partido, el PP. En el recuento de una de las mesas se perdieron votos, por lo que se anularon los resultados y el desempate entre Alternativa Popular Gallega de Castro y sus antiguos compañeros tuvo que hacerse coincidiendo con las generales del 20 de octubre. Pasada la tormenta, Castro -que venció en ese duelo de orgullos- reconoce que actualmente trabaja con los populares «como si nunca se hubieran dividido».
Aunque la concordia reine en el concello de Os Blancos -situado en la rúa de J.L. Baltar-, sus habitantes no se olvidan de la deuda. Una deuda que alcanzó en mayo los tres millones de euros y que hizo peligrar las nóminas de los trabajadores municipales y que el regidor rogara desesperadamente a sus vecinos que se empadronaran en el municipio para evitar su fusión con otro.
«Ahora estamos aguantando. Esperamos que Feijóo vuelva a confirmarse como presidente de Galicia para que la ayuda a nuestro concello se mantenga», indicó Castro a este medio la semana previa a las elecciones autonómicas.
Esta situación, donde un alcalde popular crecido por el respaldo de sus vecinos planta cara a Génova, es más habitual de lo que se cree. Y si no que se lo pregunten al alcalde de Negreira, A Coruña, José Blanco Pazos, donde el PP quiso retirarlo por su avanzada edad en 2007 y lejos de conformarse montó su propia formación: el Partido Blanco de Negreira. «Yo formé Alianza Popular en esta comarca, estuve en el Senado, homenajeaba a Fraga. Tengo mucho amor propio y si me presenté fue por dignidad», reflexiona el alcalde, que reconoce que en el día a día PNB y PP funcionan como una única formación. Atrás quedan dudosas licencias, asignaciones a dedo y el escándalo de los mítines con comida pagados por el alcalde.
«Los que malgastaron el dinero público fueron los socialistas entre 2007 y 2011, en comilonas y fiestas. A mi me acusan, pero ese dinero era mío. Yo he gastado mucho dinero en política», dice en voz bien alta el alcalde de Negreira, sin decir lo que ha ganado en tantos años en el poder.
  
Rompiendo tópicos
Al norte, en Lugo, encontramos un alcalde atípico. No se apellida ni Varela, ni Otero ni Piñeira. Se llama Isaam Alnagm. Es sirio, médico y lleva más de cuarenta años en Galicia. Se integró tan rápido en la pequeña localidad de Muras que lleva 21 años en el poder. Y en el PP, pese a haber sido crítico con José María Aznar en el inicio de la guerra de Irak. «Feijóo votó por primera vez a Felipe González y nadie se lo echa en cara», explica el regidor con una media sonrisa. Cuando se le pregunta por sus cualidades para ser reafirmado en el cargo una y otra vez, responde «trabajo bien y no miento a nadie». Como otros regidores que se perpetúan en el cargo, recuerda con gratitud los tiempos de Fraga y presume que en Muras no hay paro. «La tasa de desempleo es del tres o cuatro por ciento y muchos están así porque no quieren trabajar», indica. De lo que no se habla en el pueblo es de la Aldea Etnográfica. Un proyecto faraónico con una inversión de 2.279.744 de euros que se construirá, casualmente, en unos terrenos de la familia Alnagm. Así, el propio Ayuntamiento compró al propio alcalde terrenos por valor de 220.000 euros.
Aunque el mapa que quedó tras las elecciones autonómicas del pasado domingo sitúa prácticamente a toda Galicia azul, quedan trece municipios que se resisten a cambiar de color. Feudos nacionalistas como Vilar de Santos o Allariz, o el Ayuntamiento socialista de Dumbría. Precisamente en este municipio de A Coruña encontramos otro de los regidores que más se resisten a relevar el bastón de alcalde. José Manuel Pequeño, del PSOE, lleva desde 1983 en el cargo. Tiempo en el que le ha dado tiempo a acumular denuncias de bares ilegales, tratos de favor y hasta una acusación de amenaza contra un edil popular. Él ha visto cómo los votos al partido socialista pasaban de 1.072 en las municipales de 2009 a los 788 que consiguió el 21 de octubre. Una bajada de apoyos nada ajena al PP, con la diferencia de que ellos a menos votos más representación han obtenido en el Parlamento Gallego. Cosas de la Ley d'Hondt, se supone.

domingo, 28 de octubre de 2012

PSICOLOGÍA PROFUNDA Y ESPIRITUALIDAD

PSICOLOGÍA PROFUNDA Y ESPIRITUALIDAD: CRÍTICA A KEN WILBER EN SU INTERPRETACIÓN DE LA PS...: ... ..


...

Recientemente, he tenido ciertas discrepancias con una estudiosa de la psicología integral, referidas a algunas de las críticas que hace el escritor norteamericano mundialmente conocido, Ken Wilber, a la psicología analítica de Carl Gustav Jung. Y lo hago después de haber profundizado durante más de una década y media en la ingente obra del psiquiatra suizo y, lo que es más importante, de haber realizado un análisis de lo inconsciente siguiendo su cartografía. Desde luego, mapas del territorio anímico, a día de hoy, hay donde elegir. Ahora bien, por afinidad subjetiva, por mi propia ecuación personal, y, por considerar el abordaje de lo inconsciente por parte de la psicología analítica como uno de los métodos más acertados (si bien, susceptible de ser trascendido), he dedicado una buena parte de mis energías a recorrer el camino que Jung denominó Individuación. 
Pues bien, mi discrepancia principal radica en lo que Ken Wilber denomina “la falacia pre/trans”. Con ello, el autor quiere reseñar la importancia, especialmente para el psicoterapeuta, de distinguir entre los estados pre-racionales (posteriormente, los denomina pre-personales) de consciencia, o sea, aquellos que tienen que ver con la primera infancia, tales como el narcisismo primario, la indiferenciación entre sujeto/objeto, fusión oceánica, etc…; y los estados trans-racionales (o transpersonales) de consciencia, tales como las experiencias de unión mística o las experiencias contemplativas, verbigracia. Hasta aquí, no hay nada que objetar. Ahora bien, el error que, a mi juicio, comete Ken Wilber lo hallamos cuando afirma que Jung es un “elevacionista”, contraponiéndolo a Freud, como un reduccionista. Dejemos que sea Wilber, en su libro Sexo, ecología, espiritualidad, quien lo exprese:
“… si uno siente simpatía por los estados superiores y místicos pero aún no distingue entre pre y trans, entonces elevará todos los estados prerracionales a algún tipo de gloria transrracional (el narcisismo infantil primario, por ejemplo, es visto como un sueño inconsciente dentro de la unión mística). Jung y sus seguidores a menudo siguen este camino y se ven forzados a interpretar estados de indisociación o indiferenciación, carentes de toda integración, como estados profundamente transpersonales y espirituales.
Freud fue reduccionista, Jung elevacionista: son las dos caras de la falacia pre-trans. Ambos tienen razón y están equivocados al cincuenta por ciento. Una buena parte de la neurosis es, efectivamente, una fijación/regresión a los estados prerracionales, estados que no deben ser glorificados. Por otro lado, los estados místicos existen realmente, más allá (no debajo) de la racionalidad, y no deben ser reducidos.
Aún respetando y elogiando la tremenda labor de integración que Wilber ha realizado en el ámbito de la Psicología, y admitiendo no ser un conocedor especialmente profundo de su obra, considero que estas afirmaciones sólo pueden ser sostenidas si se sobrevuela la obra de Jung y de aquellos que han continuado su legado, sin realmente pararse a profundizar en ella (por no hablar de vivenciarla). Jung no sólo no se contrapone a Freud, sino que, siendo honestos, continúa su obra y la trasciende. Dejemos que sea Jung quien tome la palabra, en el volumen 4 de su Obra Completa, Freud y el Psicoanálisis. Trotta, Madrid, 2000, p. 306. :
Frente a Freud, cuyo principio explicativo es esencialmente reductivo, remitiendo continuamente al condicionamiento infantil, yo concedo un peso algo mayor a la explicación constructiva o sintética, reconociendo que el mañana es prácticamente más importante que el ayer, y el 'desde entonces' menos importante que el 'hacia donde'. Aún apreciando la historia como se merece, me parece más significativo vitalmente lo por crear, y estoy convencido de que ninguna comprensión del pasado o ninguna reviviscencia, por fuerte que sea, de recuerdos patógenos, libera tanto a una persona del dominio del pasado como la construcción de lo nuevo. Soy muy consciente de que sin comprender el pasado y sin integrar importantes recuerdos, no puede crearse en absoluto nada nuevo ni se está en condiciones de vivir. Pero considero una pérdida de tiempo y un prejuicio erróneo excavar en el pasado buscando pretendidas causas específicas de enfermedad, pues las neurosis, indiferentemente de los primeros motivos a partir de los cuales pueden haberse originado, siempre están condicionadas y se mantienen mediante una actitud indebida presente que, una vez reconocida, debe corregirse hoy y no en la prehistoria infantil. Tampoco es suficiente el mero hecho de hacer conscientes las causas, porque la curación de la neurosis es en último termino un problema moral y no un efecto mágico de la evocación de recuerdos".
Por lo tanto, Jung, como su, en un tiempo maestro, Freud, toma muy en serio las experiencias biográficas de la infancia (lo que Wilber denomina estados pre-racionales o prepersonales), y la importancia de su integración en la consciencia, pero busca, al tiempo, la finalidad, el para qué de determinados síntomas. Pues, como es bien sabido, para Jung la raíz de toda enfermedad psíquica reside en el fracaso del individuo en su individuación, por una actitud unilateralmente dirigida, bien hacia el mundo exterior (con una identificación con la persona o máscara de adaptación a las demandas de la sociedad, en una suerte de proceso de masificación), bien hacia el mundo interior (por una identificación con una imagen arquetípica, y su correspondiente estado de inflación del ego, posesión del complejo del yo o Ego por un arquetipo, y, en último término, por una desintegración, entendida como pérdida en un mundo delirante de imágenes). Y, el proceso de individuación, como Jung insiste en numerosas ocasiones, no es otra cosa que la asunción y realización simbólica de los distintos arquetipos, de los constituyentes universales de la psique objetiva oinconsciente colectivo (entre los que destacan la persona, la sombra, el anima/animus, elpuer aeternus o el anciano sabio) en la singularidad de uno mismo, lo que les confiere una expresión única e irrepetible en la manifestación del Sí-Mismo realizado, expresado o encarnado. Así pues, la individuación es un proceso de diferenciación, de distinción y, al tiempo, un proceso que tiende a la unificación, a la coagulación, de esos constituyentes psíquicos diferenciados, en una unidad superior que los engloba, lo que constituye, por consiguiente, la personalidad única que es el Sí-Mismo individuado (Antonio Vázquez expresa la misma idea en su artículo Proceso de Individuación y Proyecto Existencial).
Por tanto, y resumiendo un poco, Jung expone en muchas de sus obras que el inicio del proceso de individuación se corresponde con una toma de consciencia de lo inconsciente personal o individual, lo que Freud llamó el subconsciente, y, por consiguiente, lo que se pretende integrar en la consciencia son los estados prepersonales, de los que habla Wilber. Luego, tras esa primera etapa del análisis, el individuo se enfrenta a una sombra mucho más cerrada, que es lo que Jung denomina lo inconsciente colectivo, constituido, como hemos indicado, por esos constituyentes universales que él denomina arquetipos, la parte transpersonal de la psique.
Wilber, en una entrevista, afirma que los arquetipos no son transpersonales, sino colectivos. Y que, el único arquetipo realmente transpersonal en Jung es el Sí-Mismo o arquetipo de la Totalidad. Mucho se podría debatir sobre éste último comentario. Sólo mencionar que, por ejemplo, el arquetipo plutoniano de la Sombra colectiva, como Mal Absoluto, la otra cara de Dios, representado muy elocuentemente en el libro de Job, es tan transpersonal como lo es el Sí-Mismo. Son las dos caras del mismo arquetipo. Pues, todo arquetipo, tiene su lado oscuro y su lado luminoso. Siendo el arquetipo, el correlato del instinto en la psique, evidentemente la energía puede ir hacia arriba y hacia abajo, y el ego puede perderse en el pathos del ciego instinto o quedarse atrapado en un mundo de ideas delirantes. Sobre este particular, el lector interesado, puede consultar la última parte de mi ensayo sobre el arquetipo del puer aeternus, el conocido síndrome de peter pan. Continuaremos desarrollando estas ideas y aclarando lo que, a nuestro juicio, Wilber no parece haber contemplado.

Ir a la segunda parte

jueves, 25 de octubre de 2012

Revista Utopía: GOBERNAR. JOSÉ LUIS SAMPEDRO

Revista Utopía: GOBERNAR. JOSÉ LUIS SAMPEDRO“Gobernar a base de miedo es muy eficaz. Si usted amenaza a la gente diciéndoles que les va a degollar, y luego no les degolla, entonces les puedes azotar y explotar. Y la gente dice “bueno, no es tan grave”. El miedo hace que no se reaccione. El miedo hace que no se siga adelante. El miedo es, desgraciadamente, más fuerte que el altruismo, que la verdad, más fuerte que el amor. Y el miedo nos lo están dando todos los días en los periódicos y en la televisión” 

REALIDAD Y NARRACIÓN. PEDRO ALMODÓVAR

Bob Marley - Redemption song subtitulado

#23O Abogado: Nuestro futuro legal

La Hoz

"Sí se puede" gritan en Neptuno el #23-O

domingo, 21 de octubre de 2012

Cassandra




Casandra y el lobo "Karapanou Margaret

Tercera ronda de actuaciones
Tras el gran éxito del año pasado ", Cassandra y el Lobo" vuelve por segundo año consecutivo -en el horno durante cinco espectáculos de teatro solamente-. Las actuaciones tendrán lugar todos los viernes. El estreno tendrá lugar el viernes 19 de octubre y las actuaciones continuarán hasta el viernes, 16 de noviembre.

"El lobo siempre ..... ¿Cuántos cerdos se tragará?,  ¿ a todos a la vez? "

Escrito como por un niño, pero tratado por una de las mejores escritoras de la posguerra  de Grecia, la primera novela de Margaret Karapanou "Cassandra y el Lobo" (1978) es un viaje revelador en la primera infancia. La aventura salvaje de entender el mundo a través de los ojos de un niño que sabe lo que debe saber.

Madre e hija, la fantasía y la realidad, la violencia y la ternura, el amor y el terror, se convierten en uno en la mente de una pequeña Cassandra, una síntesis de la contradicción inevitablemente nos lleva de nuevo a las experiencias de la infancia de la propia autora.
Cassandra no renunció. Desesperadamente luchando para explicar por qué poner un aula de primaria y conectarse con el mundo a su alrededor en un doloroso viaje hacia la luz y la pureza.

Como director  dice: "... un mundo violento y brutal como lo experimentamos hoy en día, cada uno de nosotros puede convertirse en el rostro de la  pequeña  Cassandra y plantar  cara a sus o sus propios lobos. Vivimos en un estado que se caracteriza por la confusión y la crueldad. Y tenemos que explicar por qué, exactamente como Cassandra. Para distinguir los límites que trazan la línea y tomar una posición clara : la pureza. Las negociaciones del Proyecto Cassandra sobre el discurso y la expresión de confusión a nivel individual, de  todos  y cada uno de nosotros, la expresa y experimenta el colectivo ... "

"Creo que nadie se ha ocupado de la cuestión de la infancia como usted ni  se ha hablado acerca del secreto y  de la dureza  para esta mezcla invisible de  fantasía y  realidad de una manera tan abierta e inesperada. Vinieron a mi mente  Proust, Jerzy Kosinski  y Lewis Carroll ... Pero se ha encontrado aquí una verdad que en  estos tres escritores no funcionó. Espero con interés su próximo libro. "

Extracto de la carta de John Updike a Margarita Karapanou.

EQUIPO DE RENDIMIENTO
Director: Georgia Andreou
Interpretación: Lida Maniatakou
Composición musical - Interpretación: Evi Kourtidou
Dramaturgia: Ellie Kita
Vestuario: Edward George
Curador: Evangelia Goula
Luces de diseño: Apostolis Tsatsakou
Fotos de rendimiento: María Becerro
Relaciones Públicas: Iro Pastras

viernes, 19 de octubre de 2012

Reportajes Interviú

Interesantísimo !! : 

-Libertad  (condicional) de expresión
Fuente :
http://www.interviu.es/opinion/carta-del-director/libertad-condicional-de-expresion
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Lo que Mario Conde escondia. Fuente : http://www.interviu.es/reportajes/articulos/lo-que-mario-conde-escondia

Urdargarín simuló un  pago a Anne Germain :

http://www.interviu.es/reportajes/articulos/urdangarin-simulo-un-pago-a-anne-germain

Pintos en "Al Rojo Vivo" (La Sexta)

Xesús Anxo López Pintos, o secretario comarcal da CIG-Ferrol que sufriu torturas após a súa

detención pola policía española, intervén no debate do programa "Al Rojo Vivo", onde é

 insultado gravemente por algúns dos tertulianos de ideoloxía dereitista.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Chico Buarque - Construção




Amó aquella vez como si fuese la última
besó a su mujer como si fuese la última
y cada hijo suyo como si fuera el único
y atravesó la calle con su paso tímido
subió a la construcción como si fuese máquina
irguió en la plataforma las paredes sólidas
ladrillo con ladrillo en un diseño mágico
sus ojos engrasados de cemento y lágrimas
se sentó a descansar como si fuese sábado
frijoles con arroz como si fuera un príncipe
bebió la solución como si fuese náufrago
bailó y se rió como si oyese música
y tropezó en el cielo como si fuese ebrio
y flotó en el aire como si fuese un pájaro
y acabó en el suelo como masa flácida
agonizó en el medio del paseo público
murió en la contramano trastornando el tráfico

Amo aquella vez como si fuese el último
besó a su mujer como si fuese la única
y cada hijo suyo como si fuera el pródigo
y atravesó la calle con su paso ebrio
subió la construcción como si fuese sólido
irguió en la plataforma las paredes mágicas
ladrillo con ladrillo en un diseño lógico
sus ojos engrasados de cemento y tráfico
se sentó a descansar como si fuese príncipe
frijoles con arroz como si fuese máquina
bailó y se rió como si fuese el próximo
y tropezó en el cielo como si oyese música
y flotó en el aire como si fuese sábado
y acabó en el suelo hecho una masa tímida
agonizó en el medio del pasaje náufrago
murió en la contramano trastornando al público.

Amo aquella vez como si fuese máquina
besó a su mujer como si fuese lógico
irguió en la plataforma las paredes flácidas
se sentó a descansar como si fuese pájaro
y flotó en el aire como si fuera un príncipe
y acabó en el suelo hecho una masa ebria
murió en la contramano trastornando el sábado.


Por ese pan para comer y el suelo para dormir

registro para nacer, permiso para sonreir,

por dejarme respirar y  por dejarme existir
dios le pagué.

Por esa sopa de grasa que tenemos que beber,

por ese humo desgracia que tenemos que toser,

por los andamios de gentes para subir y caer 
dios le pagué.

Por esa arpía que un día nos va a ensalzar y a escupir,

y por la moscas beseras  que nos vendrán a cubrir

y por la calma postrera que al fin nos va a redimir

dios le pagué.